Llegó a última hora en un intenso verano cuando Kondogbia caminó hacia Mónaco y el Sevilla se apresuró a hacerse con su última incorporación de cara a una temporada llena de objetivos. Era la guinda a un proyecto lleno de caras nuevas que supuso una revolución en torno a una plantilla con nombres e interrogantes. M'Bia aterrizó el último y, llegados al tramo final de la temporada, muchas dudas se ciernen sobre él y sobre un futuro que depende de una cuestionada opción de compra que el Sevilla tiene sobre el jugador del Queens Park Rangers.

Su rendimiento no deja muchas dudas. Cuando está sobre el césped, el equipo de Emery es más fuerte y su rendimiento en este tramo final está resultando clave en la racha de un equipo que llega con opciones de luchar por la Champions en Liga y de aspirar a todo en la Liga Europa. Pero el camerunés, que mira al Mundial como un trofeo preciado que puede rubricar su carrera, se perdió gran parte de la campaña por lesiones y ausencias de última hora. Jugó 25 partidos con el Sevilla hasta el momento dejando huellas de medio centro todoterreno capaz de frenar y crear. Pero se perdió otros 21 duelos disputados por el Sevilla.

Los últimos encuentros muestran a un futbolista capaz de medirse a cualquier enemigo y ganar batallas de fuerza y de técnica. Junto a él, Carriço o el propio Rakitic logran mejorar sus prestaciones, mientras que supone una inestimable ayuda defensiva.

Pero el club piensa en el futuro y abre el abanico de las dudas y los interrogantes, los mismos que el propio futbolista genera con ausencias durante el curso y su mirada fija en un Mundial en el que tiene puestas muchas esperanzas con Camerún.

La balanza es clara y el Sevilla parece sacar buen provecho de su inversión como cedido pese a perderse la mitad del curso. Otra historia es el análisis de una opción de futuro que se apoya en otros factores. El primero es una cláusula de compra de aproximadamente cuatro millones que el Sevilla podría negociar con el Queens Park Rangers. Pero la espera puede favorecer los intereses del cuadro nervionense. El club inglés, que se encuentra en la Championship (segunda división inglesa), lucha por el ascenso, aunque se encuentra sólo en la zona de acceso al play off y la Premier se antoja complicada. Si no lo logra, las necesidades económicas impedirán que los salarios de algunos futbolistas puedan permitirse, por lo que la mayor parte de los cedidos verían condiciones más fáciles para encontrar la salida o seguir en el club de esta última temporada. Además, la amplia plantilla de los ingleses incluye a jugadores cedidos de la talla de Remy, Diakité, Taarabt, Granero o Ji-Sung Park, todos ellos de vuelta este verano.

El Sevilla esperará sin prisa y sin pausa. El futbolista jugará el próximo Mundial de Brasil y quizás eso pueda suponer un freno en las opciones de los de Emery de hacerse con el camerunés por una cantidad menor a la acordada en un principio en ese contrato de cesión. Un buen papel del medio centro en la cita veraniega podría llenar de pretendientes un asunto que el Sevilla también vigila desde el punto de vista de sus necesidades. El mercado demostró que, por cuatro millones, encontrar una pieza de ese calibre para la medular no es una tarea sencilla.

Otro asunto condiciona al futbolista, que termina contrato con los ingleses en junio de 2015 y podría preferir cerrar su contrato para firmar tras la próxima campaña como agente libre.

Pero el Sevilla sólo tira de números y sonríe con la presencia de M'Bia en su mejor nivel. El jugador, que mostraba en la redes sociales estos días una fotografía junto a su amigo Kanoute, sabe que se encuentra en su mejor momento futbolístico desde que llegó al Sevilla y pretende coronar su campaña con éxitos en las dos competiciones que restan. El Mundial será su premio. Y él, mejor que nadie, lo sabe.