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Antes de semifinal, la primera 'final'

  • El Sevilla afronta la visita del Granada con la necesidad de aparcar lo que viene por detrás para seguir manteniendo vivo el sueño de la 'Champions'.

Días de vino y rosas para el Sevilla Fútbol Club de Unai Emery. El conjunto blanco sigue sumando buenos resultados y hoy vuelve a comparecer en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán después de haber eliminado al Oporto en la Liga Europa y de haber ganado el derbi en el Benito Villamarín, pero el fútbol vive en un carrusel de emociones que no permite disfrutar siquiera de los éxitos y que sí exige concentración máxima para seguir disfrutando. Hoy deben los sevillistas hacer un esfuerzo de concentración para tener en cuenta que antes de la semifinal llega la primera final. ¿Y eso cómo es? ¿Cómo se juega una final antes de la semifinal incluso? Pónganle todas las cursivas que se quieran a esa denominación de final, pero antes de afrontar ese doble dueño contra el Valencia en la Liga Europa los nervionenses están obligados a derrotar a este Granada que se presenta con el aval de haber provocado tal vez el maremoto de precipitar el cambio de ciclo en el Barcelona de Xavi, Messi, Iniesta y compañía. Es un partido trascendente, por tanto, pues aún existe la posibilidad de pelear por entrar en la previa de la Liga de Campeones y ésas son palabras mayores en lo referente a prestigio y, sobre todo, a euros.

Son muchas cosas, pues, las que rodean a este Sevilla al que ya Unai Emery le ha cogido la medida hasta el punto de hacerlo funcionar como una máquina casi perfecta. Bastaba con hacer un equipo sólido, con poner unas bases defensivas en el eje del centro del campo, y el vasco por fin lo ha conseguido. Hasta el punto de que a partir de ahí, de ese reajuste defensivo, el equipo se ha convertido en uno de los más ofensivos de la historia del Sevilla y si hoy marca un gol, que cabe esperar que sí, habrá llegado ya al centenar de tantos a favor en las diferentes competiciones que han disputado los blancos durante el presente curso. Un pequeño paréntesis para elogiar la labor de Emery durante la segunda vuelta para adaptarse a la notable plantilla que Monchi le puso a su disposición al principio de la temporada.

Con semejante base el Sevilla afrontará este encuentro contra el Granada y siempre con la sensación de que las victorias suelen llevar a triunfos aún más sonados. Puede ser casualidad o no, más bien lo segundo, pero las eliminaciones del Betis y del Oporto en la Liga Europa llegaron después de sendos 4-1 en las dos últimas comparecencias caseras contra el Valladolid y el Espanyol. Es evidente, pues, que no hay nada mejor que inyectarse directamente en las venas la moral que supone marcharse a casa después de un convincente triunfo en la Liga. Además, en esos dos días se produjo una comunión absoluta entre el equipo y la afición que se tradujo en la piña de los futbolistas al final de los encuentros mientras el Sánchez-Pizjuán rugía en pos de insuflarle a los profesionales todo el ánimo que fuera posible.

El objetivo, es evidente, debe ser volver a repetir una tarde igual, aunque está claro que no siempre se puede ganar por goleada y que la paciencia será necesaria para que el Sevilla pueda imponerse esta tarde al Granada. Se da la circunstancia, además, de que el partido llega tras una semana diferente. Después de muchos esfuerzos continuados seguidos, con sus correspondientes emociones, el calendario dio un respiro para permitir que Emery y los suyos pudieran trabajar durante una semana entera para preparar este partido. Pero, ojo, por si sirve de advertencia, hay que recordar que la peor fase sevillista durante la presente temporada coincidió con las semanas en las que se estaba disputando la Copa del Rey y los blancos seguían los partidos desde sus casas por la eliminación a manos del modesto Racing. Aunque los tópicos del fútbol tienden a proclamar lo contrario y a establecer que el cansancio pesa cuando hay partidos intersemanales, eso quiere decir, está claro, que muchas veces el hecho de competir jueves y domingo da mejores réditos que el descanso.

Claro que para eso siempre es fundamental la rotación de las piezas por parte del entrenador y en este sentido Emery está sabiendo hacerlo a la perfección. El vasco casi siempre cambia de un partido a otro a cinco futbolistas de campo, lo que supone un 50 por ciento del equipo de refresco y eso garantiza que el rendimiento se acercará al punto óptimo. En esta ocasión no tiene que hacerlo, en teoría, pues en la práctica llega otro partido el jueves de la misma trascendencia y será fundamental que todos los futbolistas vuelvan a llegar al máximo nivel de frescura posible. Tampoco es que la amplitud de la plantilla sea exagerada y, de momento, la única ausencia segura es el lateral internacional Alberto Moreno, que aún sigue renqueante tras la entrada a destiempo de Rubén Castro en el derbi disputado el pasado domingo.

A partir de ahí ya sí habrá que ver cuáles son las permutas que ordena el entrenador sevillista. Está claro que la mejor filosofía siempre es el partido a partido del que hablan todos los técnicos, desde Simeone, el que está más de moda, hasta Caparrós, que siempre lo pregonaba, y el propio Emery, pero es igualmente evidente que este pack incluye tanto al choque del Granada como al próximo liguero ante el Athletic en el Nuevo San Mamés y también los dos de las semifinales contra el Valencia. Cabe imaginar, pues, la cabeza del entrenador sevillista a tope de revoluciones a la hora de establecer las combinaciones lógicas, siempre que no existan inconvenientes físicos, para tener al equipo como lo viene mostrando en ese póquer de encuentros. La fiabilidad del Sevilla, a día de hoy, es total y de eso se trata, de ir afrontando cada encuentro como si fuera una final, aunque ésta llegue antes que las semifinales.

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