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Una lógica inquietud

  • El riesgo de que algún club potente propicie la salida de Fazio o Bacca, otro factor para que el Sevilla no se precipite en los refuerzos de la medular Compás de espera por Krychowiak

La dirección deportiva tiene bien marcados los nombres de las primeras opciones para reforzar la línea medular. Con la portería y el ataque bien cubiertos tras las llegadas de Denis Suárez, Aleix Vidal, Iago Aspas y Barbosa, los fichajes de los dos o tres hombres que deben completar la nómina de refuerzos se está haciendo esperar algo más de lo deseable. Pero la lógica del mercado tiene mucho peso y el Sevilla es acreedor de ella. De entrada, José María Cruz tiene muy perfilado el presupuesto de inversiones en los dos medios centro y el mediapunta con buen juego a balón parado que tendrían que llegar para completar el puzle según lo ideado por Monchi. Pero los clubes propietarios no ceden.

El Sevilla podría tirar la casa por la ventana y fichar a Krychowiak y Carmona apurando sólo un poco sobre las peticiones que han realizado el Stade de Reims y el Atalanta, respectivamente. Las negociaciones sobre el polaco están abiertas, aunque en estos momentos hay un compás de espera después de los últimos contactos. Las diferencias aún son grandes y Jean-Pierre Caillot se mantiene firme en su petición. Con el Atalanta, en cambio, están paradas. Y esta ralentización también tiene que ver con un factor importante que tiene en mente la cúpula ejecutiva del Sevilla: la posibilidad de que más tarde que pronto llegue alguna oferta importante por pilares como Fazio o Bacca.

En cierta manera es lógica esta inquietud, porque la cláusula de diez millones del central invita a pensar que algún club importante podría engolosinarse con el jugador y el ingreso no sería muy grande, mientras que fichar a un central contrastado implicaría una inversión no prevista. El propio futbolista es consciente de esta realidad y evita pronunciarse en público sobre ello, más allá de las declaraciones que ha realizado a los medios del club.

En el caso de Bacca, con 30 millones de cláusula, el club tiene confianza en que el futbolista no acepte la hipotética propuesta de algún equipo más fuerte deportiva y económicamente. El jugador ha declarado públicamente que está muy feliz en el Sevilla y desea asentarse antes de dar otro salto en su carrera. Pero eso no implica que pueda haber un giro sustancial a lo largo de un verano al que aún le queda mucho.

Sí hay predisposición en el Sevilla a darle salida a Alberto Moreno, y a ello responde la reunión del pasado lunes entre José Castro e Ian Ayre. Pero por ahora no hay entente y en Nervión tampoco tienen excesiva prisa en traspasar al futbolista. Otra gran venta ahora les permitiría a los rectores blanquirrojos afrontar de inmediato los refuerzos que tienen en mente, pero por una cantidad muy superior a la que tiene estipulada Cruz.

En esta encrucijada se encuentra ahora mismo el Sevilla y Emery está muy al tanto de la misma. El entrenador se muestra tranquilo y confiado en la labor de la dirección deportiva y en las gestiones de Castro para las incorporaciones que faltan. Pero también es consciente de que la planificación debe seguir avanzando por la premura a la que invita la cita de Cardiff.

En este sentido, Monchi continúa abriendo frentes. Ayer, por ejemplo, el presidente del Espanyol se manifestó preocupado por la posibilidad de que el Sevilla oferte por el medio Víctor Sánchez: "Víctor Sánchez no tiene que salir diciendo que el club está mal económicamente -dijo Joan Collet algo molesto-. No hay ofertas, pero si se está cociendo, como así parece, que la ponga encima de la mesa y la valoraremos".

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