Hubo un tiempo, aún con José María del Nido como presidente, en el que la palabra "Champions" no se podía pronunciar en el Sevilla asociada a los objetivos de una temporada. Las frustraciones que unas expectativas altas podían crear al final no acabaron siendo tan graves por el hecho de quedar fuera de la máxima competición continental, o, mejor dicho, de los cuatro primeros puestos, sino por las dos campañas consecutivas en las que el equipo nervionense quedó encuadrado en el retrato final de la Liga en una anodina novena plaza, con el premio de consolación en la segunda (al final fue el premio gordo) de ir a Europa por cumplir con el fair play financiero.

Pero las cosas cambian. Quizá por querer animar la carrera por el abono que José Castro quiere acercar lo más posible a los 40.000 socios, el presidente sevillista situó el objetivo del equipo que dirige Emery en la vuelta al torneo que más prestigio y dinero da en el mundo a nivel de clubes. En el sorteo del calendario de la Liga BBVA celebrado ayer en Madrid Castro acabó con el tabú de la palabra Champions y la pronunció sin tapujos, aunque aclarando que es más una ilusión que una obligación.

"Nuestro objetivo ilusionante es la Champions y ojalá lo podamos conseguir, pero no es una necesidad. Si no lo conseguimos no sería un fracaso, fracasar sería acabar el 12 ó 14. La clasificación para la Champions es una ilusión y tenemos que intentar hacerlo, es nuestra aspiración porque optar a la Liga es prácticamente imposible", explicó Castro desde Madrid en los medios oficiales del club.

El máximo dirigente dio sus primeras impresiones sobre el calendario y confesó que hubiese preferido un adversario con menos entidad que el Valencia en la primera jornada, aunque matizó que todo lo que se hable ahora es relativo: "Nosotros queríamos empezar en casa, pero evidentemente nos ha tocado un rival más fuerte de lo que hubiésemos deseado. De todas formas, al principio de Liga no están los equipos muy formados, así que esperamos y deseamos poder vencer a un equipo tan fuerte como el Valencia".

También analizó Castro el hecho de que los tres rivales más potentes (Real Madrid, Atlético y Barcelona) comparezcan en el Sánchez-Pizjuán en la segunda vuelta. "No pasa nada. El fútbol es así, quizá en esa vuelta esté el equipo en su mejor momento como ha ocurrido en esta campaña. No hay que darle vueltas, tenemos que jugar todos contra todos, lo que es importante es que el equipo esté fuerte y tenga el apoyo de la grada, porque cuanto más fuerte es nuestra afición más fuerte es el equipo. Yo creo que tras el esfuerzo del consejo de administración para la campaña de abonos merecemos el apoyo de todos y se saquen el carné. Estamos en un momento en el somos capaces de seguir soñando por cosas grandes. Si no llegamos a los 40.000, por lo menos que rocemos este número", pidió.

Castro abundó en este aspecto, como lleva haciendo todo el mes de julio. "El presidente lo que quiere es que cuando salten los jugadores al césped vean el campo lleno y sientan el color y el calor de su gente. Creo que estamos en un momento idóneo para que el campo esté lleno. El equipo este año nos ha dado mucho más de lo que podía incluso. En el propio equipo hay mucha ilusión. Ayer (en Lyon) vimos un equipo de competición. El grupo es consciente de que tenemos una final en agosto y por eso ha empezado con mucha intensidad. Sabe que podemos hacer historia y trabaja mucho cada día, por eso estoy muy ilusionado. Estoy deseando de que pasen los días para que veamos cómo esos sevillistas que hacía tiempo que no se sacaban su carnet vuelvan a hacerlo. Eso es más importante de lo que la gente se puede pensar", indicó con la ilusión de que será el primer paso para lograr los sueños más altos, incluso la "Champions".