Día ajetreado ayer para Alejandro Arribas, el nuevo fichaje sevillista. El central, tras pasar la noche en la capital hispalense, superó sin problemas el pertinente reconocimiento médico, requisito previo para poder estampar su firma en las oficinas del club en el Ramón Sánchez Pizjuán para las dos próximas campañas.

Después de cumplir con todos estos pasos necesarios, el futbolista puso rumbo a Neuruppin, ciudad germana que acoge a los sevillistas en esta segunda fase de la pretemporada y donde el madrileño conoció a sus compañeros.

Por su parte, y a la espera de que Arribas comience a trabajar con el grupo, Emery dispuso ayer de doble sesión de trabajo, con el objetivo del recuperarse del partido del domingo y prepararse para el de mañana.

Así, mientras que por la mañana los pupilos del técnico vasco estuvieron una hora en el gimnasio y después pasaron por el spá, por la tarde, y con vistas al envite ante el Hertha de Berlín, el juego con el balón fue el principal protagonista.

En este sentido, llegan buenas noticias desde la expedición sevillista, ya que tanto Beto como Luismi, que arrastraban molestias en los últimos días -preocupaban las dolencias en el recto anterior del portero-, completaron el trabajo al mismo nivel que sus compañeros.

Los que no estuvieron con el grupo por la mañana fueron Denis Suárez y el canterano Juanje, que trabajaron al margen. Sin embargo, aparecieron por la sesión vespertina e incluso es posible que lleguen a tiempo para el partido ante el Hertha mañana.

Con todo, si de algo puede presumir el grupo en esta concentración en Alemania es del buen ambiente que reina en Neuruppin. Pese a que la imagen ofrecida en los primeros test de pretemporada sea algo pobre e incluso los resultados no acompañen -por ejemplo, el tropiezo ante el Unión Berlín en el último encuentro disputado de pretemporada-, el grupo es una piña y así lo demuestran los propios jugadores a través de las redes sociales.