Juan Muñoz

"Llegué hace ocho años y ésta es mi meta desde el primer día"

  • Ha revolucionado el verano con lo que mejor sabe hacer y, a la espera de Bacca y Gameiro, es el máximo goleador. Juan Muñoz pide paso y demuestra que su apuesta (46 tantos la campaña pasada) sigue en pie.

Desde que se pactó esta entrevista hasta que ve la luz han pasado 30 goles. Porque con Juan Muñoz (Utrera,12-11-95) los goles van a más velocidad que los meses. Entonces acababa de marcar tres al Taraguilla en División de Honor y, con 19 cuando aún no había doblado diciembre en sólo 13 jornadas, era el goleador más prolífico de España en una categoría nacional. Andaba en conversaciones con el club para renovar y estaba enfrascado también en el proceso de un cambio de agente. Evidentemente, entonces iba a ser un mero complemento de la información del Sevilla; hoy la abre.

Sus goles este verano, tres, tienen la culpa y lo han puesto en boca de todos después de destrozar todos los registros cerrando el año con 46 entre el juvenil, el filial y la selección sub 19. Es un goleador que si sorprende por algo es porque domina todos, absolutamente todos, los registros. Disparo con la izquierda, con la derecha, en velocidad gestual, de larga distancia, en uno contra uno, de falta, de cabeza, de vaselina, en plancha, de tijera... Es un chico tranquilo, el menor (y con diferencia respecto a sus hermanos) de una familia humilde de ese gran vivero de sevillismo que es Utrera.

"Fueron 30 en cadete Andaluza, 39 en Preferente juvenil, el primer año con Agustín, en el que estuve bajando y subiendo, fueron 8 con el División de Honor y 12 en el Liga Nacional, y este año 46". Uno lo escucha y piensa que, por muy tranquilo que los enumere, es una barbaridad. No obstante, el fútbol profesional es otra historia...

-Muchos años, muchas etapas y, sobre todo, muchos goles después, Juan Muñoz ya está aquí.

-Llevo ya ocho años en el Sevilla y desde el primer entrenamiento que hice con un equipo de este club tenía esa meta. Entonces era muy lejana, llegar al primer equipo y debutar en el Sánchez-Pizjuán era un sueño inalcanzable. La verdad que cada vez está más cerca, aunque todavía me queda muchísimo. Aquí no se puede parar de trabajar y de sudar si quieres que no se te trunque la posibilidad de perseguir tu sueño.

-Rebobine.

-Bueno, hasta alevín de segundo jugué en la escuela de fútbol de Utrera, al final de temporada jugamos un amistoso con el Sevilla y me llamó un entrenador, Mario, para que hiciera las pruebas. Entré en infantil de primero con Berro de entrenador.

-¿Siempre olió el gol con tanta claridad?

-En los primeros años no jugaba de delantero centro, jugaba más escorado a la banda. Así, o en la izquierda o en la derecha, jugué hasta cadete de segundo año con Mariano Pulido, que en paz descanse. Quien empezó a ponerme más en punta fue Fran Barrera en el juvenil de Preferente y el que lo perfeccionó, con el que me especialicé, digamos, fue Agustín López.

-Hay quien creerá que Juan es sólo un tío de área, pero ese pasado le sirve para dominar mucho más el balón de lo habitual en un goleador.

-Hombre, siempre acumulas experiencias. Antes era un poco más rápido, ahora he crecido, soy un jugador más espigado y creo que ha sido un acierto que estos entrenadores me perfeccionaran en esta posición.

-Aprende muy rápido. Facilidad para saltar de un equipo a otro y marcar en todos en una misma temporada. Ahora en Alemania.

-El año pasado me tocó ese rol jugar en los dos juveniles y estaba muy contento con los dos cuerpos técnicos, igual que este año pasado, tanto con el División de Honor como en el Sevilla Atlético. Yo siempre digo que llevo un escudo en el pecho que es el del Sevilla y tengo que defenderlo con un equipo o con otro, sé que tengo que dar la talla y el 120 por ciento.

-Pero el último año era el más difícil por el nivel de la categoría y es cuando más ha explotado.

-La verdad es que no esperaba hacer tantos goles. He cogido una buena racha, pero creo que me sirvió el que el año pasado aprendí mucho con el cuerpo técnico que encabezaba Agustín López e hizo que este año fuera uno de los veteranos del equipo y tuviera esa obligación, esa responsabilidad de llevar al equipo a lo más alto.

-El aficionado, supongo que también Juan Muñoz, se queda con cuatro días en los que marcó 6 goles en 3 equipos distintos.

-Para mí fue la semana fantástica, sencillamente un sueño. Jugar con el Sevilla Atlético siendo juvenil y darle, entre comillas, la victoria ante el San Fernando, ya fue espectacular. Te digo que si no hubiera sido por la unión y el compañerismo del vestuario no se hubiera salvado. Luego te llaman y te dicen que tu equipo, el División de Honor, necesita ganar, que no vale ni el empate en Málaga ante el campeón y da la casualidad y la suerte de que meto otros dos goles... Y encima, la selección. Yo nunca había ido a una convocatoria de ninguna selección, ni a la andaluza, ni a la sevillana de pequeño. Ir con la campeona de Europa a Serbia y encontrarte otra vez con la suerte de meter dos goles... Esa semana se me quedará en la memoria hasta que me muera.

-Pero esto es otra historia.

-Sí, ya he visto en el Sevilla Atlético cómo el ritmo no es el mismo y en Primera pues mucho más. La cantera del Sevilla tiene jugadores muy buenos y los entrenadores te enseñan mucho desde pequeño hasta que llegas al primer equipo. En Primera hay que coger el ritmo de competición, que es lo que más estoy notando, pero las cosas están saliendo bien y estoy muy feliz.

-En la afición y en el club ya había mucha fe puesta en Juan. Ahora, mucho más.

-Empecé diciendo que llevo ocho años en el Sevilla y quiero dar siempre el máximo de mí y que nunca digan que se ha quedado un pellizquito de Juan sin salir al campo. El club decidirá si tengo que jugar en el primer equipo, en el filial o en el Sevilla C. Yo estoy supercontento me pongan en el equipo que me pongan y juegue los minutos que juegue, o no juegue. Yo voy a estar siempre contento y trabajando para poder darle muchos títulos y alegrías al sevillismo.

-Para el canterano el suyo es el puesto, además, más dificil. Dicen que el gol se paga y el Sevilla tiene dinero y paga gol.

-Yo cuando empecé la pretemporada aún no me lo creía. Pensaba: "¡Estoy conviviendo y entrenando con los campeones de Europa!" Estaba en una nube. Son jugadores de muchísima talla a nivel futbolístico, como Reyes, Bacca cuando vuelva, Fazio, Gameiro, Carriço... la verdad que son jugadores muy, muy buenos. Son profesionales muy valorados y tengo que chupar de ellos todo lo que pueda y aprender en cada entrenamiento.

-El futbolista joven tiene que tener ese ansia de aprendizaje pero a la vez darse a valer. Aquí por ejemplo ha llegado Denis, que tiene su misma edad prácticamente, pero al ser un fichaje se ve con otros ojos desde fuera.

-Está claro. Uno no puede infravalorarse. Una cosa es tener respeto y otra creerse menos que nadie. Pero sí es verdad que no es lo mismo llevar muchos años en el primer equipo, como Reyes, Fazio, a jugadores como mi caso, o el de Cotán o Carlos. Es muy difícil y tienes que intentar hacerte un hueco con delanteros como Gameiro o Bacca, que son jugadores contrastados. Ellos me han acogido muy bien. Y eso se ve reflejado en los triunfos. La plantilla es muy amable, muy honesta y está toda junta como una roca. A mí desde el primer día me han acogido de manera excepcional. Estoy en una nube porque son campeones de Europa.

-Por ejemplo, en la selección ha coincidido con jugadores que ya se han asentado en Primera.

-La verdad es que cuando fui dio la casualidad de que el único que jugaba en División de Honor era yo de todos los que habíamos convocados. Santi Mina, David Costas, Rubén Blanco, del Madrid, jugadores que ya estaban en el Castilla, del Barcelona, del Villarreal... gente que ya había jugado en Primera o en filiales.

-Mina además explotó el año de la final ente el Celta en la Copa de Campeones y al siguiente ya estaba asentado en Primera.

-Sí, es un claro ejemplo. Es de mi año y es la muestra de que uno puede jugar en juvenil y al año siguiente saltar. No pasa nada fuera de lo normal. Es un jugador más que entra en el equipo.

-Iago Aspas, más competencia.

-Es bueno. Yo, como soy sevillista, me alegro de todos los fichajes y sé que va aportar mucho al equipo.

-Hace un mes le preguntaría si se conforma con debutar. Después de los tres goles...

-Bueno (risas). Un futbolista no se conforma, siempre tiene que ir a más. Si este año me dan la oportunidad de debutar en un partido oficial trataría de aprovecharlo dando lo máximo y decirle al entrenador que tiene un delantero que lo va a dar todo por el equipo y que va a ser solidario. Es una gran alegría el poder seguir disfrutando haciendo goles con el primer equipo, espero seguir y algún día hacerlo en el Sanchez-Pizjuán con la afición.

-Colectivamente, ¿qué respira en el ambiente esta campaña?

-El Sevilla siempre opta a retos difíciles, pero yo lo que veo en el vestuario es que la gente está tranquila, que no se está pensando en Champions ni en retos lejanos. Este grupo se ha caracterizado por ir partido a partido. Lo más cercano es la Supercopa de Europa ante el Madrid y este grupo va a ir a por todas y se lo va a poner muy difícil.

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