El Sevilla de Unai Emery sigue mostrándose muy sólido en este inicio de temporada. Seguro atrás y con gol arriba, el conjunto hispalense se ha instalado en la zona alta de la clasificación, aunque el técnico mantiene "los pies en el suelo" y recuerda que hace un año "a estas alturas trataba de mantener mi cabeza como podía al estar en la zona baja de la clasificación".

"Hay que agradecer el esfuerzo de los jugadores en un campo muy difícil. Sólo así nos podíamos llevar los tres puntos ante un rival que vive, mucho y bien, en resultados ajustados. Por eso había que competir los 90 minutos con cualquier resultado. Quizá nos faltaron pequeños detalles para ser más contundentes en ataque y evitar poner en riesgo el resultado", manifestó el vasco, que habla, más que de su mejor momento en el Sevilla, de una "evolución": "Los primeros seis meses de hace dos temporadas ganábamos en casa y perdíamos fuera. Era el mejor momento y el peor. Ha habido un proceso desde entonces para que el Sevilla sea reconocible como local y como visitante. Pero esto acaba de empezar. La campaña pasada empezamos mal y acabamos muy bien. Esto es una continuidad y esperamos que esto vaya ahora de bien a mejor".

Preguntado sobre M'Bia, el entrenador nervionense destacó su "implicación" más que sus goles. "Ha venido con muchas ganas, por encima de lo que yo pensaba. Ahora lo veo más metido que nunca y, por ejemplo, ante el Feyenoord hizo el mejor partido en un año con el Sevilla". Otro nombre propio fue Bacca. El colombiano, pese a sus dos goles, se llevó un rapapolvo del técnico: "Hay que tener respeto al rival y una forma de demostrarlo es marcar más goles. Eso es lo que le he pedido, porque se estaba adornando demasiado. Los logros, al nivel que estamos nosotros, parten de no perder nunca la humildad. Es la base para ser mejores".

"Estamos respondiendo bien al trabajo, pero hay que estar preparados para cuando las cosas no salgan tan bien. Podemos mirar la clasificación y sentirnos felices, pero nada más, porque queda mucho. Por eso exijo siempre a los jugadores que se vacíen; que lo den todo; pensar en cada partido y no en más allá", explicó Emery.