Standard de Lieja-Sevilla · la previa

El deleite de sentir la presión de la élite

  • El Sevilla retoma el frente europeo obligado a mantener el liderato ante un rival herido y con un ojo en la Liga.

Dos años estuvo el Sevilla sin sentir esa presión de tener que repartir ánimos y energías entre los jueves, o los martes y miércoles en la mejor época, y los domingos. El equipo sevillista tenía margen suficiente para preparar los partidos de Liga... y ni por ésa logró sus objetivos en 2012 y 2013. Parece que este equipo, este club, necesita la presión, la exigencia, para rendir, siempre y cuando la rosca no se rompa de tanto apretar, que también ha pasado en Nervión. Ahora, la situación es bien distinta a la que padecieron Marcelino, quien no se mantuvo a flote por el lastre de caer en la previa de la UEFA ante el Hannover 96, Míchel y el propio Emery en su primer semestre en Nervión. Ahora, el Sevilla debe repartir ánimos y esfuerzos y convivir con la presión. Es el precio de estar en la élite.

El domingo se juega en el Sánchez-Pizjuán uno de esos partidos que remueven mariposas en los estómagos de los aficionados más fríos. Llega el Villarreal de Marcelino, un rival directo por Europa, y el Sevilla defiende el segundo puesto de la Liga y quién sabe si hasta el coliderato, dependiendo de lo que suceda un día antes en el Santiago Bernabéu. Pero Unai Emery debe centrarse en lo que acontecerá esta tarde en Lieja. El entrenador sevillista ya se encargó ayer de apartar la Liga y de darle la justa importancia a la Liga Europa, el torneo que más gloria le ha dado al club blanquirrojo en sus 109 años de historia. Hoy sólo debe pensar en Lieja y en el Standard, porque el Sevilla defiende el liderato del Grupo G, un grupo que puede apretarse si los de Emery no hacen bien los deberes.

Sin querer hacer distingos entre churras y merinas, a tenor de la similar importancia que les da al torneo europeo y al nacional, Emery sacará a relucir su flamante programa de rotaciones con la idea de disponer un once lo más competitivo posible. ¿Quiere esto decir que sacará su mejor equipo? Evidentemente, no, porque el Sevilla, en una Liga en la que las posiciones altas van estar carísimas, se juega más el domingo que hoy. Pero sí será un once atractivo y sugerente que tendrá que competir en un estadio habitualmente caliente, el Maurice Dufrasne, que además está caldeado por el cambio de entrenador y la necesidad del Standard de tomar impulso.

Parece lógico que futbolistas que han perdido el protagonismo que tenían en el torneo liguero como Fernando Navarro y Reyes vuelvan a tener su sitio en la competición europea. Asimismo, la necesidad de descanso de uno de los centrales titulares y la baja por sanción de Kolodziejczak, expulsado en Rijeka, le abre la puerta de su estreno como sevillista a Arribas. Éver Banega también podría recuperar el sitio en la medular, al igual que Iborra, y en el ataque lo lógico es que Bacca descanse para entregarles el testigo a Iago Aspas y Gameiro. Está por ver que jueguen juntos o que el gallego sea titular y el francés espere turno para ser uno de los refrescos tras el descanso. Caben las dos posibilidades.

Hay muchas combinaciones para que el Sevilla saque un equipo competitivo, sobre todo tras el regreso de Gameiro. Pero si hay dudas sobre el once sevillista, más incógnitas deja qué rival se encontrará enfrente.

Tras la dimisión de Guy Luzon, el que era su ayudante se ha hecho cargo del banquillo del equipo belga. El inexperto Ivan Vukomanovic, de 37 años, es el elegido para dirigir al Standard, de forma interina. El ex futbolista serbio les ha pedido a sus futbolistas garra y orgullo, rabia para darle la vuelta a la fea situación del equipo en la Jupiler League. El Standard, que disputó y perdió la previa de la Champions, rompió con su triunfo ante el Rijeka en el Maurice Dufrasne (2-0) una racha de cinco partidos europeos sin ganar. Y en la segunda jornada perdió por 2-1 en el campo del Feyenoord. Este Standard tiene poco que ver con aquel de Defour, Witsel, De Camargo, Dalmat, Jovanovic, Dante... que superó al Sevilla de Jiménez con gol de Mbokani en noviembre de 2008. Los ex valencianistas Jonathan Viera y Vinicius Araujo son sus principales referencias, pero el equipo ha perdido calidad. Con todo, está herido en el orgullo y su técnico ya ha pedido orgullo. El Sevilla de Emery habrá de responder con brío.

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