Standard de Lieja - sevilla ·Informe técnico

Kanoute sólo hay uno

  • Emery yerra el planteamiento y no rectifica ni con tempranos cambios.

Los entrenadores tienen derecho a equivocarse, sobre todo si acostumbran a acertar más que a errar. Son humanos y además la praxis de sus teorías requiere la intermediación de once, o catorce, futbolistas que pueden condicionar el resultado de lo planteado. A Unai Emery le pasó esto en Lieja. Erró al ubicar a Iborra como atacante. Y no fue ayudado por las imprecisiones de Reyes, Aleix Vidal o Banega ni por los errores en el remate de Gameiro y Bacca. Lo que tiene menos excusa es que se empecinara en el error y que, habiendo realizado los tres cambios, dos en el minuto 64, no rectificase después de ver el mal resultado. Si ilógico es ver a Iborra haciendo de Kanoute, más aún es que terminara el partido ahí.

Defensa

La limitación del Standard quedó patente. Los belgas no se soltaron casi nunca, salvo aislados contragolpes, casi siempre solventados por algún cruce oportuno de Krychowiak, el debutante Arribas, Carriço y hasta Banega. El Sevilla sólo sufrió verdaderamente a balón parado en el tramo final.

El riesgo subió cuando el encuentro se rompió en la segunda mitad. Antes, el Standard apenas tuvo energía ni arredros para intentar zamarrear una defensa que está bien asentada, aunque haya un debutante en ella. Arribas cumplió como central diestro, una posición en la que podría haber sufrido por las constantes subidas de Figueiras.

Sí sufrió el equipo en las segundas jugadas de estrategia. El Standard a punto estuvo de ver puerta dos o tres ocasiones por despejes que volvieron a caer en las botas del rival. Es un aspecto que debe mejorar el Sevilla.

Ataque

Emery todavía no se fía de ubicar a Éver Banega como medio organizador a domicilio. La solución que encontró para no dejarlo solo con Krychowiak fue ubicar a Iborra por delante, como falso nueve. Y la consecuencia fue que al juego del Sevilla le faltó siempre un último pase, una conexión ágil y rápida en esa zona crucial. Nadie supo llenar ese hueco en el que Iborra intentó conectar con Aleix Vidal, Reyes y Gameiro sin fortuna. Aun así, el Sevilla mandó y llegó en los primeros 25 minutos, sobre todo por las conexiones entre Aleix Vidal y Figueiras por la derecha. Pero cuando se produjo el cortocircuito, el recurso fue el voleón de Arribas buscando a Iborra. ¿Era una consigna?

Los cambios, hombre por hombre, no solucionaron el problema, porque el agujero negro, la posición de un Iborra imposibilitado para combinar con rapidez en la zona caliente, persistió hasta el final. Y encima, Bacca, que sí vio el mal, quiso arreglarlo por su cuenta, sin mirar al compañero.

Virtudes

El sistema defensivo aguantó bien el tipo cuando el equipo se descontroló. No hubo desorden.

Talón de Aquiles

Por querer sumar con Banega retrasado para organizar desde atrás, Emery restó ubicando a Iborra en un sitio imposible.

Uno por uno

Beto Muy atento para despejar centros envenados y algún remate aislado.

Figueiras Aportó mucho en ataque, tanto con Aleix Vidal como con Deulofeu, con el precio de perder el sitio alguna vez.

Arribas Abusó del balonazo desde atrás, pero estuvo más que correcto en defensa. Tapó y se cruzó de forma oportuna.

Carriço Muy atento a las coberturas de sus compañeros.

Fernando Navarro Sobrio y peleón como siempre.

Aleix Vidal A su trabajo unió varios intentos de desbordar combinando por abajo, aunque siempre le falta ese puntito...

Éver Banega Irregular, estuvo a gusto sólo la primera media hora.

Krychowiak Crucial en el corte y bien en la salida. Crece.

Reyes Muy impreciso; en el pase, el control, el disparo...

Iborra Por mucha voluntad que ponga, nunca será Kanoute.

Gameiro Mucha movilidad, pero poco acierto en el remate.

Denis Suárez Condujo demasiado. Le faltó combinar.

Bacca Tuvo dos de las que mete.

Deulofeu Lo intentó sin tino.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios