El partido entre el Sevilla y el Villarreal fue uno de esos de los que hacen inservibles análisis técnico-tácticos como éste, de los que demuestran que el fútbol no tiene reglas, que nada está escrito y que puede cambiar en un segundo como el viento de levante salta cuando el que soplaba era el de poniente.

En una tarde en la que determinados defectos de concepto parecían que iban a llevar al Sevilla irremediablemente a la derrota, todo se le puso de cara en dos minutos que convirtieron Nervión en una fiesta con el coliderato como gran premio.

No obstante -y ya lo avisó Emery-, con la visualización de un encuentro "se ven cosas" que los técnicos deben trabajar para posteriores encuentros. En el primer partido en el que se decidió a alinear a dos delanteros como Bacca y Gameiro se acabaron produciendo muchos desequilibrios en el centro del campo, donde el Villarreal dominó el juego demasiados minutos.

Defensa

No es la defensa, es un déficit generado desde arriba, pero el Villarreal se comió en algunas fases de la primera parte al Sevilla y también de la segunda fundamentalmente en transiciones ataque-defensa mal ejecutadas por los blancos, que sufrieron las consecuencias de que los cuatro de arriba se quedaran por delante del balón tras las pérdidas, sobre todo Gameiro, Bacca y Deulofeu, y hacían posible que el Villarreal tuviera superioridad numérica ante Mbia y Krychowiak.

El polaco sufrió muy pronto la muesca de la tarjeta amarilla y el juego del camerunés con tantos metros es una cerilla encendida en un polvorín. Ese desequilibrio que en otra disposición de esquema de juego y actores solventan a menudo gente como Aleix Vidal o Vitolo tenía que ser subsanado por arrancadas de Pareja saliendo de su zona con los riesgos que añade una desestructuración de las líneas como esa.

Emery no subsanó este problema más allá de meter al ex jugador del Almería, aunque los avisos del Villarreal acabaron en gol en la primera entrada en juego de un jugador como Cani.

Ataque

Los equipos de Marcelino siempre cerraron tan bien los espacios que hurgar en los defectos del juego de ataque del Sevilla en el día de ayer merece al menos algunas reservas, pero Bacca y Gameiro no entendieron bien los espacios y las asociaciaciones. Deulofeu, que intercambió a veces posiciones con el francés, no dispuso de situaciones de uno contra uno, y Bacca, como en sus últimos partidos, ayudó bastante poco. Con Banega debían aparecer más líneas de pase, pero Emery mantuvo la disposición de dos puntas, aunque con Iago Aspas la zaga del Villarreal tuvo que moverse más y Denis Suárez -también es un hándicap que el organizador juegue en la izquierda- apareció un poco más.

Virtudes

La fe, el no darse por vencido, el levantarse de las caídas... Ya son varias veces, algunas en citas grandes, y no es casualidad.

Talón de Aquiles

Un equipo no debe conceder nunca la superioridad numérica en el centro del campo.

Uno por uno

Beto Poco trabajo. Una ocasión salvada y el gol, en el que le remataron casi a bocajarro.

Coke Más trabajo de lo normal con Deulofeu por delante, pero siempre lo da todo, le salga o no le salga lo que intenta.

Pareja Un par de salidas hacia arriba plenas de confianza y seguridad.

Carriço Las marcas de Giovani y Uche no son fáciles para él.

Tremoulinas Creciendo en defensa y en ataque. Un buen partido por su parte. 

Krychowiak La tarjeta era una amenaza, pero, una vez más, sostuvo el edificio. 

Mbia Hubo más metros de lo habitual, sobre todo en las pérdidas arriba, y defendió a su manera, jugando con fuego.

Deulofeu No tuvo un solo uno contra uno, pero sí se le puede recriminar que volviera andando.

Denis Suárez El que más busca balón y pase, pero desde la banda no engancha del todo.

Gameiro Quizá no era el partido para el francés. Encerrado.

Bacca No es de ahora, lleva toda esta temporada con una actitud poco colectiva, pero apareció en el momento clave.

Aleix Vidal Aportó presencia.

Iago Aspas Casualidad o no, cuando salió aparecieron las ocasiones, los espacios.

Banega Fue salir y remontar.

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