Vicente Iborra vio confirmados los peores pronósticos y estará ausente de los terrenos de juego las próximas tres o cuatro semanas. El medio centro se lastimó en el entrenamiento del equipo del pasado lunes. Entonces, la inflamación que padeció en el tobillo izquierdo impidió al cuerpo médico del Sevilla realizar un pronóstico ajustado y decidió esperar 48 horas para seguir realizándole distintas pruebas médicas. El resultado de éstas concluye que, como parecía por la sintomatología que presentaba, sufre un esguince de grado II en el ligamento lateral externo de la articulación afectada.

El jugador, de este modo, se perderá una fase de partidos acumulados en los que Unai Emery debe repartir esfuerzos entre la Liga, la Liga Europa y la Copa del Rey. En cierto modo, Iborra se ve beneficiado por el próximo parón liguero, que llega a mediados de noviembre después del próximo encuentro en el Sánchez-Pizjuán ante el Levante. Pero ya se perdió el partido de Copa en Sabadell, no podrá viajar a Bilbao y estará ausente en la cita en casa ante el Standard de Lieja del próximo jueves en Nervión.

Afortunadamente, Emery ya tiene disponible a otro futbolista para las rotaciones en la medular, Cristóforo, que reapareció con buen ritmo el miércoles en Sabadell después de su largo proceso de rehabilitación.

La nota positiva en cuanto a la enfermería es que Barbosa y Vitolo se han incorporado esta semana ya con el alta médica y Unai Emery cuenta ya con todos los profesionales de la plantilla, excepción hecha de Iborra, claro está. El valenciano podía reaparecer ya en diciembre.