Liga europa - Feyenoord-sevilla · la previa

Ocasión en un avispero

  • El Sevilla puede zanjar su depresión con un triunfo en Rotterdam que le daría el pase como líder y le dejaría el camino limpio para concentrar todas sus fuerzas en la Liga hasta enero.

El fútbol tiene mucho que ver, casi todo, con lo anímico. De ahí la importancia de la ocasión de oro que se le presenta hoy al Sevilla de zanjar su depresión y relanzarse con nuevos bríos a la dura pugna de la Liga. No sería ninguna tragedia clasificatoria que el equipo de Unai Emery perdiese hoy en Rotterdam, porque aún tendría la bala del Rijeka dentro de dos semanas. Pero si nuestros mayores insistían tanto en aquello de no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy sería por algo. Independientemente del nuevo panorama peligroso que abriría todo lo que no sea puntuar hoy en De Kuip, el Sevilla podría desencadenar una verdadera crisis con su cuarto partido sin vencer, algo a lo que hace muchísimo tiempo que no están acostumbrados sus aficionados. Por todo ello, ganar o, al menos, empatar tendría un doble efecto beneficioso.

El Sevilla es el líder del Grupo G con dos puntos de ventaja sobre el Feyenoord y cuatro sobre Rijeka y Standard. Las cuentas están claras: si gana, se clasifica como líder a falta de una jornada; si empata, se clasificará con la posición final por definir si hay empate en el otro partido. Si pierde, todo quedaría para la última jornada, en la que podría pasar de todo.

Para dejar el camino expedito para la Liga, el Sevilla debería amarrar hoy la clasificación frente al Feyenoord, con lo que los partidos intersemanales que tiene de aquí al anticipado parón navideño, Sabadell y Rijeka, serían dos meros entrenamientos para preparar las tres citas ligueras que cierran 2014: Granada, Rayo, en Vallecas, y Eibar.

El problema principal que se pueden encontrar Emery y los hombres que elija para tal tarea es que enfrente habrá un rival que también se juega la clasificación y que ha mejorado ostensiblemente desde el encuentro de la ida, en el que fue un equipo muy endeble defensivamente y con muy poca presencia ofensiva. Hoy, el conjunto de Fred Rutten es otro distinto. Acumula una racha muy positiva en la Eredivisie y, de hecho, sólo ha perdido en este periodo en su anterior salida europea, en el feudo del Rijeka (3-1). Desde entonces llevan cinco partidos seguidos sin caer. En el Stadion Feyenoord, el popular y ruidoso De Kuip, el clásico equipo holandés se está comportando con agresividad y regularidad. La Bañera será una caldera en pos de los colores rojo y blanco del conjunto portuario y la tarea se antoja mucho menos fácil que en las anteriores citas continentales de este curso. Y mucho menos que hace dos meses en Nervión, por supuesto.

El Feyenoord, campeón de Europa y de la Intercontinental en 1970 y campeón de la UEFA en 1974 y 2002, es uno de esos clásicos de Europa que lleva inherente el sello de equipo con espíritu ganador. Y lo sacará hoy.

Rutten, técnico holandés, tiene varias dudas en su equipo, como el estado físico de su lateral derecho, Wilkshire, o del veterano Mathijsen. El delantero Elvis Manu es baja confirmada. Aun así, sacará un once competitivo que se comportará con mucha menos diplomacia que en la derrota por 2-0 producida en Nervión gracias a los goles a balón parado de Krychowiak y Mbia. Además, la diferencia cualitativa de las plantillas del Feyenoord y del Sevilla quedará algo limada por la necesidad de Emery de refrescar a su equipo para la cita del domingo ante el Granada.

Lógicamente, parece que Mbia, a quien Emery dejó sin jugar en el Camp Nou por haber entrenado sólo un día tras semana y pico en África, volverá al once titular. Al margen de ello, pocas pistas más se pueden sacar. El lateral izquierdo continuará sin dueño debido a que ni Fernando Navarro ni Tremoulinas se han recuperado para esta cita. Kolodziejczak vuelve a estar en la convocatoria, como en el Camp Nou, y es probable que en esta ocasión sí tenga un sitio en el once. A partir de ahí, las combinaciones son múltiples. Puede que el que descanse en esta ocasión en Europa sea Carriço, aunque parece intocable, y que Coke siga en el once al ser baja en la Liga por cinco amarillas. Es posible que Banega repita en el once y que Krychowiak tenga un respiro después de la paliza en vano que se pegó en Barcelona tras sus citas con la selección polaca. Y en el ataque, lo lógico es que Gameiro le dé el relevo a Bacca. Aleix Vidal es baja por sanción y Reyes, Iago Aspas y Deulofeu también necesitan que el entrenador les dé los galones de titulares.

El once que salga tendrá un señor partido por delante. Sin apenas presencia de sevillistas en la grada por el miedo a los incidentes, la afición local, ruidosa y con un sector radical con fama de pendenciero, hostigará lo suyo para desconcentrar al rival. Pero la ocasión que se le presenta al Sevilla es de oro, por varios factores, y no debe desaprovecharla. Recuperar la confianza pasa por puntuar en De Kuip.

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