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Despacio y con la letra del campeón

  • El Sevilla debe dar el mayor rango a la visita del Rijeka para descartar un descalabro que marcaría el curso.

El vigente campeón de la Liga Europa, el equipo que además defiende su título con el inmejorable estímulo de convertirse en el primero en conquistar cuatro veces la corona, no compareció en Rijeka. Tampoco en Lieja. Y ni mucho menos en su última y tormentosa salida, a Rotterdam. En puridad sí comparecieron once tipos con una pegatina en la manga que los acreditaba como campeones. Pero el campeón, con sus trazas de campeón y el orgullo de campeón, no compareció en ninguno de los tres casos. Un puntito y gracias se trajo de Croacia y de Bélgica. Ninguno de Holanda. Y por su indigno papel de visitante, el Sevilla se ve obligado a investir el partido de esta noche, ante un modesto como el Rijeka, del mayor rango: el que gane se clasifica. Y si hay tablas, lo harán los de casa. Así de simple.

Unai Emery lo dijo ayer de otra forma más gráfica, directa y tópica en la sala de prensa: "Es nuestra primera final". Como si lo fuera. Queda por ver si su arenga en el vestuario surte más efecto que las lanzadas en esos tres descoloridos viajes por Europa. Más le vale que sí, porque salir con plena intensidad, como si enfrente estuviera un ilustre del Viejo Continente, es el mejor modo de que el Rijeka no se crea que puede alcanzar la gesta que para ellos sería tomar Nervión, meterse en los dieciseisavos de final de la competición y encima, dejar en la cuneta al defensor del título.

Los croatas van a saltar a la hierba animosos, sin presión alguna, con el franco peligro del que tiene muchísimo que ganar y muy poco que perder. Y esa ventaja psicológica mitiga en parte la evidente desventaja en todo lo demás: el potencial deportivo, el ambiente en contra, las tablas de uno y otro en estas lides, incluso la desigual fuerza de los contendientes ante los ojos del árbitro alemán, Manuel Gräfe, que en las competiciones europeas eso también cuenta, y mucho.

Todo está favor del Sevilla sobre el papel. Y el propio Sevilla es el que puede entreabrir la puerta para que se cuele el Rijeka y con ello consume la mayor sorpresa de esta fase de grupos.

Los sevillistas salieron muy tocados del ardiente partido ante el Feyenoord en De Kuip. El equipo de Rotterdam jugó con el cuchillo entre los dientes, se contagió del ambiente prebélico de las gradas y la tibieza del Sevilla condujo a lo inevitable, la victoria del inferior. Ese 2-0 deja a los holandeses dependiendo de sí mismos para acabar como primeros de grupo. Eso sí, necesitan ganar en Lieja al Standard para que una posible victoria del Sevilla no los prive de la primera plaza definitiva. Y aunque los belgas ya están eliminados, no van a repartir esta noche caramelos de limón entre sus vecinos. El partido en los Países Bajos dejó muchas cuentas pendientes, sobre todo por el enfrentamiento entre dos apasionadas aficiones. El Feyenoord, además, tiene hoy más nombre que equipo y su nivel es similar al del Standard, así que...

...Si el Sevilla es capaz de cumplir con la lógica, como ha hecho casi siempre en esta Liga, y derrota al Rijeka, es posible que acuda al sorteo del próximo lunes en el bombo de los campeones de grupo, con lo que ello supone: evitar a los caídos de la Champions y jugar la vuelta en Nervión.

Desde aquella afrenta en Holanda, el Sevilla ha aprovechado la bonanza del calendario para recuperar confianza y serenidad. Un 5-1 al Granada, otro 5-1 al Sabadell en la Copa y el último 0-1 en Vallecas dejan un panorama de lo más sugerente para tomar las vacaciones navideñas a eso de las siete de la tarde del próximo domingo, cuando acabe el partido con el Eibar.

Sacar adelante lo de esta noche y lo del fin de semana dejaría en el seno del club de Nervión un inmejorable sabor de boca para saltar a 2015: con la clasificación europea en el bolsillo -si es como primero, mejor- y con el cuarto puesto de la Liga asegurado, ya que mantendría, como mínimo, los cuatro puntos sobre el Valencia.

Emery sabe que debe echar el resto en estos dos partidos, pues luego llegan las vacaciones más largas, propiciadas por el aplazamiento de la visita al Bernabéu. Sumado ese factor a la relevancia de lo de esta noche, no sería extraño que jugaran los centrales titulares, Pareja y Carriço -éste seguro, ya que cumplirá ciclo de amonestaciones ante el Eibar-. En el medio, las miradas convergen en Krychowiak. El polaco, que debió abandonar el partido de Vallecas por una torcedura de tobillo, no se quiere perder lo de hoy, aunque ayer tampoco se pudo entrenar y se mantiene como duda. Si no puede actuar, las opciones se abren para Emery: retrasar a Banega o tirar de Iborra, ya a disposición. En la zona de ataque, visto el rendimiento de Reyes a favor de querencia ante Granada y Sabadell, se postula como titular también esta noche. Si el utrerano sale con las pilas puestas, todo es más nítido para el Sevilla, que debe partir con una concentración extrema para escribir despacio y con buena letra. A ser posible, la letra del campeón. Perder hoy supondría un movimiento sísmico tal que afectaría a todo el curso, con lo bien que lo lleva...

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