En Sevilla están los dos extremos. Están los catastrofistas, que siempre ven jugar mal a su equipo y que lo ven al final de Liga por debajo de su situación clasificatoria actual, y están los que se ilusionan con techos más altos. El gran comienzo de Liga que completó en el primer tramo del campeonato el equipo de Unai Emery, que de seguir la misma progresión de puntos, superaría los 70, ha despertado en alguna parte de la afición un viejo sueño, aunque en general todo el sevillismo tiene los pies en el suelo. 

Sin embargo, el técnico de Fuenterrabía, en un balance realizado antes del parón para la web oficial de la LFP, pone las cosas en su sitio cuando fue interrogado por los duelos ante Barcelona y Atlético, a los que Emery no considera rivales directos. "Ellos jugaron contra un Sevilla que en ese momento era su rival directo y lo hicieron con mucha intensidad. Con el Barcelona pasó más de lo mismo, si les ganábamos los superábamos y ellos jugaron con una intensidad superior porque nos veían como un rival directo. Pero es que nosotros no somos rivales directos. Estos equipos compran jugadores hechos y nosotros fichamos a jugadores para hacer. Nosotros debemos llevar nuestro camino, ser felices con ese camino, ilusionarnos y agitar las emociones de la afición", respondió el técnico guipuzcoano. 

El entrenador del Sevilla es consciente de que hay una serie de equipos en la segunda línea que hace unos años podían optar alguna temporada a pelear con los grandes, pero que ahora deben conformarse con dar de vez en cuando una alegría a sus aficiones en otros foros como Europa, la Copa o un puesto de honor en la Liga, pero nada más. Entre ésos está el Sevilla y también el Valencia: "Históricamente, el Sevilla, la Real Sociedad, el Athletic o el Deportivo, en su momento, somos la cadena de equipos que vamos secuenciando cada uno dentro de nuestras posibilidades. Aquí en Sevilla siempre se ha considerado que llegar a Europa era un objetivo por nuestras capacidades. A partir del objetivo de llegar a Europa, la Champions es una ilusión". 

Ser el vigente campeón de la Liga Europa es una responsabilidad añadida en una competición en la que, por historia, el Sevilla ha mostrado unas credenciales con tres títulos desde 2006. "Las competiciones europeas te exigen. Ése es un campeonato con el que la gente se identifica aquí en Sevilla. El año pasado ya fuimos con mucha humildad, en ningún momento éramos favoritos y al final logramos algo muy bonito para todos y que hizo muy feliz a la afición. Ahora somos un candidato más serio, los equipos nos respetan más, nos tienen más en cuenta, pero tenemos que seguir con la misma humildad", advierte el preparador del equipo hispalense, que pone por delante que el Sevilla, a día de hoy, está por encima de sus objetivos deportivos, aunque de la mente de los blancos no desaparece el reto de mantener la cuarta plaza cuando el calendario llegue al mes de junio. "Nosotros centramos la temporada en el objetivo prioritario, que es la Liga, que nos marca la regularidad y el objetivo más importantes que es estar el próximo curso en Europa. Ahí estamos marcando una trayectoria positiva y que nos tiene ilusionados; estamos por encima de los objetivos y, aunque esto es complicado mantenerlo, tenemos la ilusión de hacerlo", señaló. 

Emery insistió en la necesidad de mantener la intensidad para conseguir mantener al equipo arriba. Por eso insistió en el colectivo por encima de las individualidades, por ejemplo, de Reyes o Deulofeu, por los que le preguntaron. "Tratamos de que los futbolistas se sigan preparando para ayudar al equipo", precisó.