Vicente Iborra se ha confirmado en su segunda temporada como el comodín perfecto para Unai Emery. El futbolista valenciano forma parte de la decena de jugadores más usados por el entrenador del Sevilla, la guardia pretoriana de Emery junto con Carriço, Pareja, Krychowiak, Banega, Denis Suárez, Aleix Vidal, Vitolo, Gameiro y Bacca. Y el jugador se ha adaptado perfectamente a las distintas posiciones de la medular en que lo ha ubicado. Desde aquel experimento fallido en Lieja, Iborra ha rendido muy bien cuando el técnico lo ha usado como segunda punta. Y no ha bajado el rendimiento cuando ha actuado en su posición natural, la de medio centro. Su llegada, además, le ha permitido convertirse en el tercer artillero del equipo, sólo superado por los dos garantes del gol, Bacca y Gameiro.

Precisamente partiendo desde este puesto, el de medio centro, logró los dos goles ante el Almería. Gracias a su elevado nivel de acoplamiento con Banega en el reparto de espacios y movimientos, Iborra aprovechó el cambio táctico de Emery, que retrasó a la posición de central a Mbia y a la de medio centro al argentino, para incorporarse con más libertad a los ataques del Sevilla. Y así alcanzó la cifra de nueve goles este curso, siete de Liga y dos de Liga Europa, lo que, además, supone para él su récord personal en su trayectoria profesional.

Con esos siete goles, Iborra aparece en la tabla de realizadores del Sevilla en la Liga por detrás de Bacca (20, 26 en total) y Gameiro (9/17), y por delante de otros mediocampistas con llegada como Vitolo (6/9), Mbia (4/7), Aleix Vidal (3/5), Denis Suárez (2/6) o Reyes (2/3). Sólo el tercer delantero, Iago Aspas, lo supera en el cómputo global con 10 tantos, si bien en Liga sólo ha marcado dos y nutre su estadística con los siete que logró en la Copa del Rey.

El jugador ha sido decisivo en muchos de los partidos determinantes del Sevilla esta temporada, en la que su protagonismo ha crecido con respecto al pasado curso. Por ejemplo, ha superado en la faceta de partidos jugados y goles marcados a otro compañero de línea como Mbia, que ha jugado 22 citas ligueras frente a las 25 de Iborra, 34 en el cómputo global frente a 39. Aun así, el camerunés parte con cierta ventaja para formar el eje del equipo junto al intocable Krychowiak en la final de Varsovia.