Más vale tarde si la dicha es buena, habrá pensado Unai Emery. El Sevilla contrató sobre la bocina a Marco Andreolli, que aterrizó ayer para ponerse desde hoy a las órdenes de su nuevo entrenador. El central italiano tendrá un curso acelerado para conocer a sus compañeros y los sistemas tácticos de Emery durante este corto parón, ya que el Sevilla retoma la competición el viernes 11 de septiembre. Porque a partir de ese día tendrá que ser un fijo en las convocatorias, si no en el once inicial. La resonancia a la que se sometió ayer Carriço desveló que sufre la rotura parcial del tendón del músculo semitendinoso: ocho semanas de baja. El periodo de ausencia mínimo del central portugués coincide con una fase de concentración de partidos entre Liga y Champions. Y Rami es el único central de plenas garantías para la alta competición que tiene ahora mismo Emery.

Entre Andreolli y Kolodziejczak tendrán que cubrir la baja del portugués en el eje de la defensa, a no ser que el entrenador sevillista reincida en el error de colocar en ese puesto a Krychowiak. Rami tendrá que jugarlo todo en una fase complicada. El Sevilla está obligado a arrancar en la Liga y a afrontar los tres primeros partidos del durísimo Grupo D de la Champions sin Carriço, que estará de baja como mínimo hasta el 27 de octubre, según lo estimado por el cuerpo médico del Sevilla. Se perderá seguro las salidas ligueras de Levante, Las Palmas, Eibar y, probablemente, Villarreal (en jornada intersemanal) y los partidos en Nervión frente a Celta, Rayo, Barcelona y Getafe. En Champions, la ausencia del luso coincidirá con el debut en casa ante el Borussia Mönchengladbach y las complicadísimas visitas a Juventus y Manchester City. Si cumple los plazos, podría regresar para recibir al City el 3 de noviembre.

Es lógico que haya ciertas dudas sobre la respuesta de la defensa sevillista en este periodo tan espinoso. Entre otras cosas porque hasta ahora Emery no ha confiado en Kolodziejczak pese a que ha tenido merma de efectivos en el eje de la zaga. Y también porque Andreolli es un melón por calar, usando la expresión coloquial.

El central de la Emilia-Romagna llega dispuesto a competir después de dos años en los que apenas ha jugado diez partidos de la Serie A, además de las seis citas de Liga Europa que disputó el curso pasado con el Inter. Andreolli ha tenido poca continuidad en su ya larga trayectoria en Italia y sólo acumula 104 partidos en la Serie A a sus 29 años.

Se trata de un futbolista con una biografía balompédica curiosa, porque pasó de ser una promesa en ciernes en el Inter a no encontrar un destino fijo durante varios años. Internacional sub 21, despuntó por su calidad táctica, sus 1,87 metros, y su buen trato del balón en sus inicios en el Inter, y debutó con 19 años en la Champions, en Ibrox ante el Rangers (6-12-05, 1-1). La Roma apostó por él y pagó por su traspaso 5,5 millones de euros en 2007. Pero no cuajó en el Olímpico y fue cedido al Vicenza en enero y luego al Sassuolo, ambos en la Serie B. Únicamente en los tres años que estuvo en Verona tuvo presencia. En su primera temporada en el Chievo jugó 28 partidos; en la segunda, 23; y en la tercera, 28. Volvió a San Siro en 2013, pero sólo disputó cuatro partidos de la Serie A el primer año, seis el pasado.

En cuanto a Kolodziejczak, se ganó la confianza de Emery en la segunda vuelta de la temporada pasada, después de que su concurso en el Vicente Calderón en la jornada sexta lo dejara fuera del equipo hasta el ecuador liguero. Las lesiones de Carriço y Pareja le dieron continuidad a partir de enero de 2015. Concluyó con 18 partidos ligueros y nueve en Europa. Sin embargo, esta temporada ha comenzado con el pie cambiado desde que sufriera el proceso de salmonelosis y aún no ha jugado ni un minuto.

Emery excusó su presencia en Málaga porque aún no tenía fuerza física para enfrentarse a un delantero móvil y fuerte como Charles. Que Krychowiak haya jugado parcialmente de central en los tres partidos oficiales ilustra sobre la falta de confianza. Se la tiene que ganar de nuevo, igual que Andreolli. Son los dos centrales que tiene el Sevilla para acompañar a Rami hasta noviembre. No es raro que Monchi intentara repescar a Fazio, que finalmente se queda en el Tottenham, y tampoco es raro preguntarse por qué, en una planificación tan adelantada y completa, el club dejó para el final un puesto tan precario.