Hace apenas unos días que el mercado de fichajes echó el telón y, como suele ser habitual en los últimos veranos, la secretaría técnica comandada por Monchi anduvo lista para reforzar un plantel que suele desarmarse temporada tras temporada. Las buenas actuaciones de los jugadores nervionenses hacen que los grandes clubes de Europa pongan su mirada en los futbolistas del Sevilla, que año tras año debe reinventarse.

Este curso la papeleta para el de San Fernando y su cuadrilla de trabajo era complicada, más si cabe, que en veranos anteriores. Cubrir la marcha de Bacca, principal referente ofensivo del esquema de Unai Emery en las últimas temporadas y preparar una plantilla de nivel para competir en la Liga de Campeones se convertían en principales ingredientes de una temporada ilusionante para la afición del Sánchez-Pizjuán.

En este sentido, Emery ha recibido este verano hasta diez caras nuevas, lo que supone prácticamente un equipo titular completamente nuevo. El trabajo con ellos día a día y sus posteriores resultados decidirán si los refuerzos que han aterrizado en el Sánchez-Pizjuán son los apropiados para esta exigente (y esperanzadora, a partes iguales) campaña que comenzó de forma oficial para los sevillistas hace casi un mes con la final de la Supercopa de Europa en Tiflis frente al Barcelona.

Lo que de momento seguro han hecho las caras nuevas es elevar la cotización en el mercado de una plantilla que ya de por sí contaba con un buen cartel. De hecho, según calcula el portal Transfermarkt, el valor actual del primer plantel de la entidad nervionense alcanza los 172 millones de euros, casi 60 más de en lo que estaba valorada la plantilla que consiguió la Liga Europa el pasado curso, puesto que según este mismo portal, el cuadro entrenado por Emery tiene un valor de 112,7 millones, lo que supone una revalorización con respecto a la temporada 13-14 ligeramente superior al 50%.

Pese a que los números no deben ser tratados como verdades absolutas nunca, lo que sí está claro es que los refuerzos, al menos sobre el papel, suponen un importante salto cualitativo. De hecho, esta temporada 15-16 y pese al considerable aumento en la cotización del plantel, el valor de la plantilla hispalense se mantiene en el quinto puesto de la competición española, por detrás de Real Madrid (715,5 millones), Barcelona (657,5), Atlético de Madrid (340,5) y Valencia (262,5).

Incorporaciones como las de Konoplyanka (que según Transfermarkt cuenta con un valor de mercado de 20 millones de euros), Fernando Llorente y Ciro Immobile (12 millones cada uno) o la revalorización de algunos jugadores que repiten en el plantel, como la de Krychowiak (alcanza los 20 millones esta temporada), Vitolo (12 millones) o Carriço y Éver Banega (10 millones cada uno) reflejan la importancia de mantener un esquema que funciona y reforzar el plantel con jugadores reconocidos y sin experimentos cuando por delante hay una temporada con tantas expectativas como le ocurre al Sevilla en esta campaña con la participación en la Liga de Campeones.

Además, gran parte de los fichajes aterrizan con un importante bagaje de experiencia bajo el brazo, algunos incluso en la máxima competición europea, lo que supone un gran empujón para las aspiraciones del club en la misma, más teniendo en cuenta el difícil grupo que el sorteo le ha deparado, con equipos llamados a pelear por el título, como el Manchester City o la Juventus. Cualquier experiencia en esta competición es bienvenida y de ahí que el club haya apostado por que gran parte de los refuerzos que esta temporada hayan aterrizado con minutos disputados en la Liga de Campeones. Por ejemplo, Fernando Llorente, que llegó con la carta de libertad, acumula 14 partidos con la Juventus, equipo del que procede, en los que anotó tres tantos. Uno más, cuatro, anotó Immobile, aunque el italiano sólo necesitó los seis partidos que disputó con el Borussia Dortmund para alcanzar esa cifra. Pero no son los únicos. Rami o Kakuta, dos de las nuevas caras con las que cuenta Emery esta temporada, también acumulan minutos en la Champions.

Esta apuesta por la experiencia lleva a que la media de edad del plantel sea de dos años más que el curso pasado (25 por 27).