El Sevilla volvió a reconocer su inferioridad, acentuada en esta Supercopa, ante el Barcelona y de nuevo cayó con claridad frente a un rival que jugó sin forzar y cuya semipresión posicional fue suficiente para poner en su sitio a un Sevilla que salió con brío pero que se esfumó con rapidez. Dos títulos en juego antes de empezar la Liga y dos sinsabores, aunque nada que ver el palo de Noruega con esta muerte dulce que, sin embargo, ha torcido el gesto al ideario completo de Sampaoli, cuyo estreno ha sido quizás demasiado exigente para un giro tan acusado en la forma de plantear el fútbol.

Tan desconcertante y tan insostenible era no tirar a puerta, como ocurrió el domingo en la ida del Pizjuán,  que en cinco minutos el Sevilla asustó todo lo que no consiguió ni en Noruega ni, sobre todo, en Nervión. Bravo sacó un tiro cruzado de Ben Yedder tras buena asistencia de Correa en el 3 y el árbitro pitó fuera de juego o simplemente peligro tras remate al larguero de Correa en el 5. Espejismo o no, era lo que se demandaba frente a un rival tan superior.

Había salido esta vez el Sevilla con tres centrales, justo el día en que ninguno de los cuatro del primer plantel estaba disponible. Carriço sancionado por la Copa, Kolo por la Liga y Rami y Pareja lesionados. Mercado repite como central izquierdo y entran Diego González a la derecha e Iborra de libre. Mariano y Sarabia muy abiertos, con Kranevitter cerrando apoyado por Ganso, y Correa y Konoplyanka escoltando a Ben Yedder.

El Sevilla dura lo que tarda Messi en descoser esa línea de tres atrás, entrando Arda ganándole el pulso a Diego y cruzando perfecto ante Sergio Rico. En el 10 ya pierde el Sevilla y el golpe se acusa.

Así, tarda más de un cuarto de hora el equipo de Sampaoli en volver, pero en el 31 lo hace de veras con una llegada de Mariano y centro que Correa empala a la mano de Umtiti. No tira Konoplyanka sino Iborra, de manera francamente mejorable y sin justificar en absoluto ese cambio. Bravo para con suficiencia. Volver a empezar.

El Barça va cómodo, la presión cada vez es más tenue y, de forma casi incomprensible, Mariano apenas recibe balones a pesar de contar con metros y mostrar desborde. Vuelve a hacerlo con el 45 cumplido, su centro se pasea sin que Ben Yedder ni Correa rematen. Lo logra, de cabeza y en plancha, Mercado, y sale bombeado golpeando el larguero sin que Bravo pudiera haber llegado.

Así,  llega la pausa con sensaciones extrañas. De inferioridad, claro, pero también con la desvergüenza propia de quien se sabe perdido. Ganso sigue igual de lento pero empieza a mostrar un juego al primer toque inteligente y preciso. Kranevitter se hartó de correr y tanto Correa como Ben Yedder enseñaron buenas maneras y escasa finalización. Pero es empezar y la bofetada al ideario es de impresión. Poco razonable incluso. La presión azulgrana deriva en pérdida con muchos jugadores mirando, Sergio Rico fuera de su sitio y Arda enganchando un tiro desde ningún sitio que se cuela perfecto. Cierto que hay que ponerla ahí,  pero no es un gol admisible en el fútbol profesional.

Y chimpún. El resto ya sobró y Sampaoli ya buscó dar minutos a gente que va a formar parte de su esquema básico, como Franco Vázquez o Vitolo. Sobró porque no había nada que hacer y porque todo lo que podía sacarse era mayor daño. De hecho, un centro sin chicha de Digne lo bombea de cabeza Messi ganando el salto a Mercado (¿?) Sin que Sergio Rico, a cámara lenta, pudiera desviar.

Que se acabara cuanto antes era el menor mal para un Sevilla con más llegada porque menos era imposible. El sábado ya será otra cosa y la exigencia sí será absoluta. Se acabaron las pruebas,  los dos títulos volaron y el Sevilla muestra un margen de mejora muy elevado. Demasiado.

Ficha técnica: 

3 - Barcelona: Bravo; Aleix Vidal, Mascherano, Umtiti, Digne (Jordi Alba, min.61), André Gomes, Sergio Busquets (Samper, min.73), Denis Suárez (Rakitic, min.73), Messi, Munir y Arda. 

0 - Sevilla: Sergio Rico; Diego González, Iborra, Mercado, Ferreira, Kranevitter, Ganso (Franco Vázquez, min.56), Sarabia, Konoplyanka, Correa (Vietto, min.72) y Ben Yedder (Vitolo, min.62). 

Goles: 1-0: Arda, min.10. 2-0: Arda, min.46. 3-0: Messi, min.55 

Árbitro: Hernández Hernández (Comité canario). Mostró tarjeta amarilla a Umtiti (min.31) y a Sarabia (min.90). 

Incidencias: Partido de vuelta de la Supercopa de España disputado en el Camp Nou ante 71.803 espectadores. Antes del encuentro, se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento, a los cien años de edad, del expresidente de la FIFA Joao Havelange.