Ni Diego Alves, ni Hart, ni Sirigu... por ahora. El Sevilla anda buscando una solución para la portería, ante la lesión de David Soria, pero no ha dado aún con el guardameta que se ajuste al perfil que busca, que debe responder a una adecuada ecuación de calidad-precio de la que se salen los nombres que están siendo vinculados al club de Nervión. La dirección deportiva aún tiene tarea de aquí al 31 de agosto y los sondeos que está realizando abarcan un amplio abanico de nombres y posiciones, desde la portería hasta la delantera. Pero va con mucho tiento Monchi en esta tarea, ya que el gran esfuerzo económico en la plantilla está hecho y, tal y como anunció en su última comparecencia ante la prensa, ahora trata de terminar de perfilar el grupo humano que tiene entre sus manos Jorge Sampaoli.

El hecho de que tanteara a Mariano, delantero del Real Madrid que hizo 27 goles el curso pasado entre la liga regular (25) y la promoción de Segunda B con el Castilla, es la mejor prueba de que Monchi ha abierto el espectro para ver qué jugador cuadra bajo esa premisa de perfilar la plantilla sin un coste elevado. Eso fue semanas atrás, antes de que Zidane le comunicara al futbolista y su agencia de representación -YouFirst Sports, con buenas relaciones con el Sevilla- que no saldrá cedido porque cuenta con él. La mediación de la lesión de David Soria ha variado en cierta medida, no del todo, el foco de ese amplio espectro para fijarlo en la portería, visto que Sergio Rico no ha terminado de responder en los partidos de competición, las dos Supercopas, según lo que demanda Sampaoli, un aseado juego con los pies. Ahí está sufriendo el canterano sevillista y de ahí que el club continúe rastreando el mercado, sin obsesionarse con esta necesidad.

Desde que se produjo la lesión del meta madrileño se abrió la caja de Pandora de los rumores sobre las diferentes opciones para reforzar la portería del Sevilla, desde filtraciones interesadas, como puede ser la presunta oferta por Diego Alves, hasta puros ofrecimientos, como puede ser el caso de Joe Hart, con una elevadísima ficha en el Manchester City pero sin sitio para Pep Guardiola por el mismo defecto que Sergio Rico. Sirigu, en cambio, sí podría responder a ese perfil de portero con buen juego de pies, pero, como en los casos anteriores, su coste, aunque fuera una cesión, se sale del perfil que encaje en la adecuada relación calidad-precio. Aunque no cuenta para Unai Emery, tiene contrato con el PSG hasta 2018, con lo que ello significa de elevada ficha anual...

En el caso de Diego Alves, si bien es cierto que el Sevilla preguntó por sus condiciones, fuentes muy cercanas al consejo sevillista negaron con rotundidad a este diario que desde Nervión haya habido oferta alguna por el brasileño, ni de tres millones ni de cerca de cinco como publicaba ayer algún medio valenciano muy afín al club de Peter Lim. Las palabras de Suso García Pitarch diciendo que Diego Alves tenía permiso para buscar un equipo en el que poder satisfacer su petición de renovación al alza fueron muy significativas. El Valencia quiere, necesita colocarlo como sea, pues tiene una ficha neta que supera los dos millones de euros y mientras no se deshaga de más contratos elevados no puede inscribir nuevos fichajes por el juego limpio financiero. La amenaza del tope salarial de la LFP y el tiempo juegan en contra del Valencia, que ha visto cómo el Barcelona ha puesto sus ojos en el meta del Ajax Jasper Cillessen. De ahí que un simple sondeo haya podido ser trasladado como una oferta formal del Sevilla que no es tal. A ese precio, Diego Alves resulta carísimo para el Sevilla, máxime tras la grave lesión de ligamentos en la rodilla derecha que sufrió en la última jornada de la campaña 14-15.