Jorge Sampaoli no quiso valorar si su equipo mereció más, aunque sí reconoció que se marchaba de El Madrigal con "un sabor amargo", pues sus jugadores "vinieron a luchar por la victoria".

No pudo ser en esta ocasión. Y eso que, tal y como apuntó el argentino, el Sevilla dispuso de varias ocasiones con las que abrir el marcador. "Tuvimos varias chances en la primera mitad, aunque en los primeros 15 minutos ellos estuvieron mejor. Pero entonces controló la situación nuestro portero. Luego pudimos marcar, pero no supimos concretar las acciones en ataque", resumió el entrenador nervionense.

Sampaoli tenía claro que lo que le faltó a su Sevilla fue justamente de lo que andó sobrado en su debut en Liga: creatividad ofensiva y llegada. Y ello se debió no sólo a los fallos propios, sino también al buen planteamiento del Villarreal. "Nos cerró bien los espacios para dificultar que tuviéramos muchas chances. Y a ese freno se sumó que estuvimos imprecisos en ataque", explicó.

Al tocarse el tema de las imprecisiones en el juego ofensivo se tornó en inevitable preguntar por la actuación de Vietto. Bien lo sabía Sampaoli, que, sin esconder las carencias de su compatriota, no dudó en echarle un capote: "Es verdad que tuvo tres o cuatro oportunidades que pasaron cerca de su pie para chutar, pero también hay que tener en cuenta que viene de otro club en el que estuvo mucho tiempo sin jugar. Estoy convencido de que cuando esté fino nos va a dar muchos puntos".

Vietto fue disculpado por su entrenador. Sergio Rico, felicitado. "Sin duda. Estuvo muy bien cuando el equipo más lo necesitó. Hizo unas paradas muy buenas en ocasiones claras del Villarreal", indicó Sampaoli, consciente de quién fue el hombre más destacado de su equipo.