Con una breve despedida de apenas diez minutos en el interior del vestuario puso Jiménez punto final a su trayectoria como entrenador del Sevilla. El técnico nacido en Arahal acudió a la ciudad deportiva a la hora del entrenamiento que él mismo debía dirigir si no fuera por su destitución la noche del martes, saludó brevemente a sus jugadores y se marchó sin permitir que le tomaran imágenes. No salió al césped junto a ellos y los abrazos entre profesionales se desarrollaron en la intimidad del vestuario. Después abandonó las instalaciones de la ciudad deportiva sevillista, instando al jefe de comunicación del club, Jesús Gómez, a posponer su adiós ante los medios de comunicación al día de hoy.

Jiménez ofrecerá una rueda de prensa en la que, con el paso de las horas desde su destitución, pretende estar más tranquilo para no cometer errores ante la prensa que pueda lamentar después, ya que entiende que su carrera profesional debe seguir y ya considera que sus problemas con el gremio pueden perjudicarle. De todas formas, el técnico medita si leer sólo un comunicado y no admitir preguntas o si afrontar la bidireccionalidad de estos encuentros que tantos problemas le han dado.

Con lo que sí está muy dolido el técnico es con las formas con las que el club le comunicó su decisión de destituirlo, ya que no entiende que justo después de ofrecer su rueda de prensa estuviera el presidente esperándole para decírselo.