Andrés Palop ya es un mito en la historia del Sevilla. Seis títulos, con un enorme protagonismo en todos ellos, ya bastarían para que tuviera un capítulo aparte en la historia del club. Pero, por si a su ya legendaria figura le faltaba algo, acaba de cumplir un nuevo hito. El meta valenciano, uno de los fichajes de más relumbrón de Monchi, se convertirá a partir de mañana en el futbolista con más edad en la historia del club. Este verano dejó atrás a Pablo Alfaro, que jugó su último partido, ante el Bolton, en diciembre de 2005, con 36 años y 234 días,  y mañana igualará a Diego Rodríguez. Ellos tres son los más longevos por delante de Juan Arza, el cuarto de la lista.

Palop cumplió años el pasado 22 de octubre y jugará ante el Getafe con 37 años y 36 días, la misma cifra con la que Diego (que nació el 20 de abril de 1959), se puso por última vez la zamarra blanca, ante el Salamanca, el 26 de mayo de 1996, aquella tarde en la que Suker le endosó tres golazos al Salamanca. Pero lo mejor es que el valenciano promete mucha más guerra todavía. "Con 37 años estoy disfrutando y mi idea es seguir disfrutando al máximo los años que me quedan". ¿39, 40...? El tiempo lo dirá.

Al capitán del Sevilla se le señala la efeméride y lo agradece, con cierto retintín por ese hincapié en la edad. "No es muy especial, son datos que están ahí, para mí es un orgullo por la competencia que hay, cada vez hay más gente joven. Y superar ese registro es un dato que dice que estoy en forma, que estoy trabajando bien, y eso es lo que me permite llegar a esta edad".

Él es consciente de que, siendo guardameta, el recorrido que le queda aún es muy grande. "Esta edad tiene más mérito para los jugadores de campo. Que llegaran a jugar con 36 años y pico tiene más mérito. Ha habido porteros que han jugado hasta los 41 ó 42 años, incluso en Mundiales. Eso sí es mérito. Pero en esta edad, es más mérito de ellos que mío", dice en referencia a Diego Rodríguez y Pablo Alfaro, sus predecesores.

El instinto de conservarse joven se palpa en en las palabras de Palop. Eso de hablar tanto de la edad... "A mí en los últimos años se me está recalcando mucho la edad y no me gusta, no me gusta. Prefiero que valoren más mi trabajo y mi forma de actuar. Es cierto que tengo 37 años y soy ya el más viejo que ha actuado en el Sevilla, pero no le doy más importancia". Pero, aun así, no podrá evitar quedar para siempre como lo que es actualmente, un mito en activo: "A mí me gustaría ser mito cuando me retire, ahora quiero seguir haciendo trabajo de campo, ayudar a mis compañeros. Y que la gente me recuerde como un buen portero que jugó en una época muy buena del Sevilla, y que ayudé a conseguir lo que se está consiguiendo".

Ante ese recuerdo constante al paso del tiempo, corta por lo sano: "Quiero verlo desde el lado positivo, no como una losa de que vienen los 38 ó los 39 años. Me encuentro bien para competir, y espero seguir así hasta que el cuerpo aguante". Lo que sí tiene claro es que le gustaría haber llegado mucho antes al club y a la ciudad que lo han encumbrado a lo que es: "Yo he vivido, y sigo viviendo el fútbol, con una intensidad tremenda. Sí me hubiera gustado haber venido al Sevilla con 26 ó 27 años, y eso sí lo cambiaría. De esa manera habría tenido más partidos, porque, si Dios quiere, estaré hasta los 39 y a lo mejor llego a una cifra importante, porque ahora sólo estoy en unos 250, aproximadamente. Pero no me puedo quejar de mi carrera ni de mi trayectoria. No cambio nada de lo que he vivido".

Palop espera seguir la senda marcada por otros metas de elevada edad. En la Liga, César está actuando con 39 en el Valencia: "Sí, está César, Van der Sar (40 en el Manchester United), hay un portero italiano, Antonioli, del Cesena, con 40 años...", dice haciendo memoria, que lo lleva directamente a su gran icono en la portería: "Arconada era mi referencia y mi ídolo, en el que yo me miraba cuando era pequeño. Y yo sentía que ese hombre había sido maltratado, en el sentido de que no recibió lo que él dio a este país". De aquella época es otro mito, Dino Zoff, que, con 40 años, levantó la Copa del Mundo en el Santiago Bernabéu ante Juan Carlos I y Sandro Pertini, presidente de la República Italiana: "Lo conocí después, el fútbol se veía muy poco por la televisión entonces, no veía partidos suyos y no lo podía tener como referencia, aparte del Mundial. Yo recuerdo a Arconada, claro, y a la gente del Valencia. Sempere, Ochotorena... Después sí conocí su trayectoria, supe lo gran portero que fue. Llegar a los 40 y ganar un Mundial, ¿a ver quién consigue eso?", inquiere.

La pregunta es obligada. ¿Se ve Palop levantando un título con una edad similar? "Hombre, no lo descarto. Tengo contrato hasta los 39. En un club como éste, voy a tener opciones. Si estoy en un equipo de Segunda, no, pero aquí...". Para ello es obligado que siga con su régimen espartano: "Suelo llegar a las 8:45 a la ciudad deportiva, desayuno tranquilamente, charlo con mis compañeros. Luego nos ponemos a trabajar, estiro en el gimnasio, hago trabajo de prevención. Y luego en casa por la tarde hago piscina, estiro otra vez. Todo eso tiene que ser diario, porque yo vivo de mi cuerpo. Y cuanto más te cuides y más estés en tu peso, mejor. Esto es un estilo de vida. Es levantarte todos los días con ilusión. El día que no entrenes bien se va a notar".

De momento, su ambición y su empuje están intactos. ¿Le gustaría enmarcar la fecha de mañana con un triunfo, no? "Ya no sólo por eso, sino por el equipo. Un tropiezo sería muy duro. El equipo está concienciado, sabe que no podemos fallar y que tenemos una nueva final. Hay que ganar sí o sí. Vamos a respetar al Getafe muchísimo, pero tenemos que hacer un gran partido para reencontrarnos con nosotros mismos", solicita Palop, el mito que continúa arrancando hojas del calendario con los guantes puestos.