La despedida comenzó con unas palabras del presidente, quien recordó que a veces es complicado diferenciar entre la calidad futbolística y la calidad humana. No sólo el perfil futbolístico del brasileño ha marcado el acto de despedida. "Se va un sevillista", sentenciaba Del Nido. Con especial mención los hijos del centrocampista, nacidos en Sevilla, han pasado sus primeros años como unos sevillistas más. La manera de integrarse también mereció palabras del presidente, recordando que el jugador, junto al por entonces compañero Daniel Alves, acudieron a la Feria vestidos de corto. Pero en el acto, presidido por las copas ganadas en estos últimos años, Del Nido destacó que "Renato llegó cuando no habíamos levantado ningún trofeo".

La presentación del presidente dio paso luego a un vídeo con las imágenes más importantes del paso de Renato Dirnei por Nervión. Algunos goles, como el marcado al Real Betis balompié en el que regateó a dos contrarios y marcó por la escuadra, se mantendrán por muhco tiempo en el pensamiento de los aficionados.

El resumen de 286 partidos y 39 goles conseguidos entre 2004 y 2011 hicieron emocionarse al jugador. El Foro de la Fundación del Sevilla estaba repleto y agradeció con una ovación cerrada la trayectoria del brasileño, quien no podía contener las lágrimas. Recordó, por ejemplo, su forma de llegar a la entidad sevillista, de las maravillas que le hablaron de la ciudad y del club. O de su debut, de la ayuda que recibió de su primer entrenador, Joaquín Caparrós, a quien dedicó una mención especial en la lista de entrenadores de la primera plantilla, a quienes mencionó en orden.

Agradeció a sus compañeros, al sevillismo, el cariño por estos años en la ciudad. Tuvo incluso palabras para la afición rival: "Agradezco a la gente del Betis, a la gente que le gusta mi persona", porque, dijo, "echaré de menos también a los amigos que son béticos". Fue tal su agradecimiento que en varias ocasiones pidió perdón por si no nombraba a todo el mundo.

"Salgo de un club grande de Europa", dijo junto a los títulos. "El club cada vez irá a más. No estaré aquí, pero sí mi corazón y mi pensamiento, con el equipo" espetaba emocionado. "Quiero agradecer a José María Del Nido, a Monchi, por creer en mi trabajo". A ellos, el propio futbolista les entregó antes de finalizar el acto sendas placas de recuerdo por su trayectoria.

"Ha sido una decisión que tomé con mi familia, es la decisión más complicada que he tenido que tomar. Pero he decidido volver a Brasil. Quiero dar las gracias al Sevilla, a la gente que estuvo conmigo, en lo malo y lo bueno. Gracias a Sevilla y los sevillistas. Es un adiós, no un hasta luego. Tengo aquí una casa y no la venderé, volveré", explicó para añadir cuando la emoción se iba haciendo cada vez más patente: "Te quiero Sevilla, y te voy a querer siempre".

En el acto, se le entregó un bracalete de capitán como símbolo de los años transcurridos y del peso que adquirió dentro del vestuario y frente a la afición.