Sociedad

Ocho millones de conductores creen en trucos para burlar los controles de alcoholemia

  • Los más extendidos son beber o chupar granos de café y esperar de una a dos horas para coger el coche.

El Instituto Nacional de Toxicología revela que el 35% de los conductores fallecidos en accidente de coche durante el pasado año dio positivo en alcohol. A pesar de ello, en los controles de alcoholemia se sigue recurriendo a mitos o leyendas urbanas con las que, supuestamente, se puede burlar el control. Según el estudio Mitos y falsas creencias sobre los controles de alcoholemia, realizado por Fesvial (Fundación Española para la Seguridad Vial), y Línea Directa, 8 millones de conductores españoles (alrededor de un 30% del total) creen en la existencia de trucos para burlar los controles de alcoholemia. Entre ellos, beber o chupar granos de café, o esperar de 1 a 2 horas para coger el coche, son algunos de los más extendidos.Según el informe, casi la mitad de los conductores españoles (44%) ha oído hablar de la existencia de estos trucos. Además, unos 2,7 millones de conductores reconoce haber utilizado alguno de estos métodos para no dar positivo. Ante la cuestión de si consideran socialmente aceptable estas prácticas de engaño, el 2,5 millones de conductores españoles aprueban su utilización para burlar la prueba de alcoholemia (9%).

El perfil del conductor más propenso a aceptar estas creencias populares responde al de un hombre, de 18 a 29 años, que utiliza herramientas tecnológicas (como Whatsapp, internet o redes sociales) para evitar los controles de alcoholemia y que reconoce haber conducido bajo los efectos del alcohol. Por Comunidades Autónomas, los conductores vascos parecen ser los que más conocen la existencia de estos mitos, mientras que los de La Rioja, Asturias y Cantabria son los que menos. A tenor del estudio de Línea Directa en base a la información existente, se duda de la efectividad de estos trucos. Pero también, después de identificar los principales mitos mediante la encuesta, la compañía ha testado su efectividad real probándolos en un hombre y una mujer. Ninguno de los trucos del imaginario colectivo que se han testado resultó funcionar, lo que parece desterrar la validez de estas creencias.

Sólo un tercio de los conductores españoles conoce cuál es la tasa máxima permitida de alcohol (0,25% mg/l, sanción administrativa, y 0,6%mg/l, delito penal), porcentaje que baja hasta el 6% entre los que saben cuál es el límite establecido por la legislación penal. Las consecuencias de un positivo en un control de alcohlemia pueden ser graves. Así puede conllevar, en caso de infracción administrativa desde la retirada del carné durante 3 meses y una multa de entre 302 y 602 euros, a, en caso de delito, penas de prisión de 3 a 6 meses. A pesar de que la mayoría de los españoles reconocen que estos controles son útiles en la lucha contra la accidentalidad, el 16% pone en duda su efectividad y el 66% cree, en mayor o menor grado, que tienen un fin recaudatorio.

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