Los Mossos d'Esquadra han detenido a Jordi I.P., un médico de una clínica privada de Barcelona, por tener una cámara web instalada en el lavabo de su consulta. Tras declarar ante la Policía, quedó en libertad a la espera de declarar ante el juez por un delito contra el derecho a la intimidad, según confirmó este jueves la Policía catalana.

Por la consulta de este experto nutricionista han pasado gente famosa, como dirigentes de ERC como Joan Puigcercós o Xavier Vendrell, el piloto de motociclismo Jorge Lorenzo o la hermana del ex futbolista del FC Barcelona Ronaldinho.

Tras ser detenido la semana pasada, el médico explicó que había instalado la cámara, una pequeña webcam, para poder descubrir quién le robaba productos de su consulta, si bien los Mossos dan poca consistencia a esta versión, según las mismas fuentes.

Por el momento, la investigación continúa abierta y se está analizando el material informático requisado al médico para determinar si las imágenes se hicieron públicas. La cámara estaba situada detrás de un radiador y apuntando directamente al váter.

El médico, especialista en nutrición y medicina deportiva, que dirige las clínicas Cimen, se presentó en comisaría de forma voluntaria después de que la señora de la limpieza detectara la cámara y lo denunciara, siempre según el citado diario.

Una paciente lo defiende.

Montserrat Riu, una paciente de la clínica, situada en la Gran Via de Barcelona, afirmó que el médico, Jordi I.P., "no necesitaba una cámara" porque las señoras que visitaban en su clínica "se desnudaban al completo".

"Veo imposible de que estas mentiras sean verdad", explicó la paciente a Europa Press. La mujer puntualizó que conocía al médico desde "hace una serie de años" y se mostraba irritada con la noticia. Además reconoció que "siempre pagan los justos por pecadores" y reveló que Jordi I.P. se encontraba un "poco triste" a causa de lo ocurrido.

Montserrat Riu sentenció que "alguien del gremio" le había hecho "una jugarreta", porque era una persona que "deslumbraba y daba luz" ante los demás. "Me parece imposible", repetía la paciente, mientras manifestaba que el médico era "una persona súper honrada".