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Sociedad

El hombre cuyo semen estaba en la camiseta de Asunta dice que no se conocían

  • Los indicios señalan que se produjo una contaminación en el laboratorio de ADN del departamento de Criminalística de la Guardia Civil.

Ramiro Cerón, un hombre cuyo perfil genético coincide con el de la mancha de semen hallada en la camiseta que vestía Asunta Basterra cuando fue hallada muerta, y que llegó a estar imputado por este crimen, ha subrayado que "nunca" conoció ni vio a esta "niña, ni a los padres... ni a nadie de su entorno". En la octava sesión del juicio por esta muerte violenta, este testigo, que ha declarado por videoconferencia desde Madrid, ha insistido en que lo único que conoce sobre este caso es todo lo visto "en las noticias" y ha apuntado que ese año, 2013, él no estuvo en Galicia.

En el laboratorio de la Guardia Civil de Madrid donde se analizó la camiseta de Asunta Basterra había un preservativo con el semen de este testigo, vestigio relacionado con una denuncia por presunta agresión sexual, por lo que siempre se atribuyó la ligazón con el caso Asunta a un error por contaminación de la prueba. Cerón ha relatado lo que hizo aquel sábado de septiembre, en el que asegura que estuvo en Madrid, donde reside, recogiendo su traje de novio, y cenando en un restaurante con su pareja, su hermana y algunos amigos.

Para los abogados de Rosario Porto y Alfonso Basterra, los padres de la menor y únicos imputados en el caso, este testimonio tiene numerosas contradicciones en relación al efectuado por Ramiro Cerón en diciembre de 2013. El testigo ha argumentado que no recordaba con exactitud lo que hizo esa tarde, puesto que fue preguntado por los hechos meses después y tuvo que "hacer memoria", junto a su familia, para precisar los datos. Sobre una llamada recibida en su teléfono móvil por parte de su pareja cuando, supuestamente, y según su declaración, él estaba con ella, el testigo ha explicado que era habitual que su novia le diese "toques" puesto que su dispositivo móvil "funcionaba mal" y querían comprobar si "tenía señal o daba apagado".

El presidente del tribunal, el magistrado Jorge Cid, ha llamado durante esta jornada la atención a los abogados de la defensa y les ha exigido que no sometan al testigo, tratándolo "como si fuese un acusado más", porque la Audiencia Provincial de La Coruña confirmó en su día la desimputación del mismo. Las acompañantes de Ramiro Cerón en la cena, concretamente su hermana, su mujer y una amiga, también han corroborado la misma versión en su declaración por videoconferencia.

Dos trabajadores del centro comercial madrileño donde supuestamente estuvo Cerón aquella tarde han testificado igualmente, pero ninguno ha podido concretar si estuvo allí. "Hay mucho público y no te acuerdas de las caras, salvo que haya algún problema; si no, es complicado", ha detallado un dependiente.

En esta sesión ya han comenzado a declarar testigos pedidos por las defensas, como por ejemplo, una niña "muy amiga" de Asunta, de 14 años, que ha contado que en julio de 2013 recibió un WhatsApp, enviado por la menor fallecida, en el que le decía "me han intentado matar", pero pensó "no era en serio" al ser Asunta muy bromista. Esta pequeña ha declarado, como testigo y por videoconferencia, y se ha referido a este episodio del que Asunta "nunca" le volvió a hablar. Rosario Porto no ha podido contener las lágrimas al escucharla. La amiga de la pequeña ha relatado, al igual que muchos de los otros testigos, que la víctima era "muy feliz y bromista" y que se llevaba "bien" con su madre.

En la misma línea, una amiga de la familia Porto, que tenía una relación muy intensa con Rosario, "más que de amistad, de familia", ha señalado en esta sesión que la relación entre madre e hija "era maravillosa" y que Charo tenía una "preocupación constante por su niña". Para ella era "un orgullo ser la madre de Asunta", ha dicho. Además, ha destacado que con Alfonso la relación era "estupenda". La última vez que habló esta mujer con la pequeña fue "alrededor" del día 17 o 18 de septiembre, en una conversación telefónica en la que la niña estaba "como siempre", como lo que era, una pequeña "muy bromista, a pesar de su inteligencia". Esta mujer fue la encargada de recoger las cenizas de Asunta, a finales del mes de octubre, ya que sus padres estaban "encarcelados".

Además ha prestado declaración una vecina de la casa que Rosario tiene en Montouto donde los investigadores sitúan la muerte de la menor. Esta joven, el día 21 de septiembre, estaba paseando a sus perros en las inmediaciones de esta residencia acompañada de su padre -que ya declaró el miércoles- y vio salir a Rosario en coche. Pese a que estaba alejada del vehículo, ha confirmado que solo la vio a ella en el interior. Este viernes continuarán las testificales, que se prolongarán hasta el próximo martes.

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