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Obama tendrá que renunciar a su e-mail en la Casa Blanca

  • Entre los privilegios del ciudadano promedio a los que tendrá que renunciar Barack Obama cuando asuma la presidencia de Estados Unidos, está el de tener una dirección privada de correo electrónico y mantener consigo su teléfono 'inteligente'

"En el momento en que entre a la Casa Blanca, el Presidente deberá cambiar su estilo de vida completamente, porque se debe ajustar a las fuertes medidas de seguridad, sobre todo en términos de comunicación", explica Diane Owen, profesora de ciencias políticas de la Universidad de Georgetown y especializada en tecnología en la Casa Blanca.

"Su vida ya no será realmente suya durante los próximos cuatro y tal vez ocho años", asegura.

Entre las preguntas que se hace todo Washington, figura también el destino que le deparará Barack Obama, fanático de la comunicación electrónica, a su teléfono Blackberry desde el que constantemente envía y recibe correos electrónicos.

Desde la adopción de la ley de archivos presidenciales (PRA) en 1978, tras el escándalo de Watergate en el que Richard Nixon destruyó numerosos documentos, toda la correspondencia en papel o electrónica del presidente es un archivo de dominio público.

Estas correspondencias escritas, registradas o electrónicas de los más altos funcionarios de Estado, son teóricamente accesibles al público 12 años después de su producción. Y sobre todo, pueden ser exigidas por el Congreso o la justicia en el curso de una investigación.

Así, el gobierno actual es objeto de una denuncia ante la justicia para que Dick Cheney, el vicepresidente, no destruya los documentos de su administración dado que él mismo afirma que no tiene que someterse a esta ley porque no pertenece a "la rama ejecutiva" del gobierno.

A la inversa, el ex secretario de Justicia Alberto Gonzales tuvo que presentar al Congreso, el verano pasado, los correos electrónicos que pusieron de manifiesto su implicación en el despido arbitrario de fiscales, uno de los escándalos que lo forzaron a dimitir.

Conservar un uso personal del correo electrónico implica por tanto la posibilidad de exponerlos tarde o temprano, tanto los enviados como los recibidos.

Por eso, a fin de evitar fugas o intrusiones en el e-mail presidencial, es muy probable que Barack Obama se resigne a guardar su Blackberry y renunciar al correo electrónico desde que asuma sus funciones el 20 de enero, como hizo su predecesor.

El presidente saliente, George W. Bush, "envió un mensaje a sus amigos el día anterior a su investidura en el que les decía, a grandes rasgos: 'Adiós. Nos vemos en algunos años'", cuenta Owen.

"Le aconsejaría (a Obama) que use el correo electrónico lo menos posible, porque podrá intercambiar cosas muy interesantes con sus amigos y su familia, pero dada la prensa que tenemos, esto podría malinterpretarse muy fácilmente", explica Owen.

Además, según Owen el uso del e-mail es indispensable para un candidato que se desplaza constantemente durante su campaña, pero no para un presidente.

"Cuando se es presidente, el horario ya está regulado al milímetro", explica la historiadora.

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