TV-Comunicación

Sira y Marruecos

  • 'El tiempo entre costuras' muestra la huella española en el antiguo Protectorado y el legado de todo ese patrimonio convertido en plató para la serie.

A lo largo de la historia contemporánea de la literatura española, Marruecos, como tema y espacio, ha atraído a varios escritores. Este interés fue despertado debido sobre todo a la presencia colonial.  Son varios escritores que a través de sus obras recrearon ese Marruecos del siglo XX, por ejemplo, Benito Pérez Galdós, con Aita Tettawen en sus Episodios Nacionales, Angel Vázquez con La vida perra de Juanita Narboni, Lorenzo Silva con Del Rif al Yebala y más recientemente María Dueñas con El tiempo entre costuras.

Este best seller, que en realidad fue el bautismo literario de su autora, ha llegado a ser la obra con más ejemplares vendidos de estos últimos años, cuya adaptación a la televisión ha logrado una audiencia que ha llegado a superar los cinco millones de espectadores. La de serie del prime time de los lunes de Antena 3 es una historia de amor, desamor, pasión, dolor, exotismo, guerra y espionaje. Una aventura protagonizada por Sira Quiroga, una joven modista de Madrid, que deja la España de la Segunda República acompañada de su amante para dirigirse al norte de África, coincidiendo con el estallido de la Guerra Civil española, para afincarse en un Marruecos, dividido entre las potencias coloniales. Se instala primero en Tánger, para que luego el destino la guiase a la capital del Protectorado, Tetuán, punto del cual partirá hacia una larga aventura.

La serie ha sido filmada en gran parte en Tetuán y en Tánger, pero no obstante, las escenas rodadas en la ciudad del Estrecho fueron presentadas como si formasen parte de Tetuán. Se trata de calles reales y espacios que fueron habitados por españoles en aquella época y que, hoy en día, siguen en pie dando testimonio de aquella convivencia cultural que en ese tiempo había tenido Tetuán.

Sira Quiroga, interpretada por Adriana Ugarte, desprende sus telas y abre sus costuras para sacarnos un Tetuán bello, auténtico, donde se puede ver ese pasado español y marroquí, que fue tema de las pinturas de Bertuchi, ubicando al espectador en un capítulo histórico hispano marroquí, donde hubo una clara convivencia de las tres culturas: musulmana, judía y española.

Las secuencias de la serie se han rodado en los más emblemáticos puntos históricos de Tetuán, centrándose en la Medina y parte del Ensanche, en localizaciones que reflejan la huella hispano-marroquí y por los cuales Tetuán se declaró patrimonio mundial por la Unesco en 1997.

En la secuencia de las armas, vemos a Sira corriendo por la laberíntica Medina, recorriendo las callejuelas más vetustas del casco antiguo, como la mítica Zanka Dwiíka o la Calle estrecha.

Pasando por los puntos más emblemáticos de la estrecha medina (Zawia Raissunia, Souk Lhout, L'Wesáa…) para llegar a la hermosa calle de joyeros Terrafin, por donde tuvo que colar las armas, Bab Rwah (Puerta de los Vientos), llamada antes, tal y como es citada en la novela, Puerta de la Luneta, en referencia al barrio judío (La Luneta).

Por el punto extremo de la avenida Meshouar que une la plaza Feddán antigua Plaza de España y el Palacio Real (situado en la misma plaza, y que fue construido sobre la misma plaza en los años 80 por petición del rey Hassan II, que es a su vez, el punto de salida de la Medina hacia el Ensanche), vemos a Sira acompañada de Candelaria comprando los muebles y los ornamentos para su taller en un mercadillo o zoco  donde los nativos vendían su mercancía y artilugios exóticos que evocan ese Marruecos de las mil y una noches y aspectos orientales, tan admirados entonces por los españoles, como Sira.

El mercadillo está situado exactamente en el pasaje Itihad (la Unión), situado en el Edificio del Fénix. La casa-taller de Sira está situada en el edificio del Instituto Cervantes de Tetuán (establecido en 1989), anteriormente conocido como el Centro Cultural Español, cuya fachada fue sometida a una modificación para adecuarla a la época de la serie. El edificio se encuentra en la avenida Mohamed Torres, rodeado de importantes otros edificios como el ya citado pasaje Itihad del edificio del Fénix, el histórico colegio marroquí Sidi Saidi, famoso por su gran puerta verde y el cuartel militar.

Desde la azotea del edificio del Instituto Cervantes, se puede localizar la figura de la Virgen, en la fachada trasera del edificio del Fénix. Y cómo no, no puede faltar la Plaza Primo, actual plaza Muley Mehdi, huella principal de la arquitectura española de la capital del Protectorado.

Rodeada de históricos edificios, como la iglesia Nuestra Señora de las Victorias, construida en 1928, la Oficina de Correos (marroquí), que era la Compañía Torres Quevedo en su tiempo y el edificio del Consulado español en Tetuán, que sustituyó el edificio del Banco de España, cuyo esplendor se retrató en el cuarto capítulo, con los coches desfilando en dirección al actual Consulado español, para la gala del Alto Comisario.

En el segundo capítulo, vemos también el edificio de los azulejos verdes, considerado como uno de los primeros edificios del Ensanche español, construido en 1916 y situado en la Avenido Mohamed Torres, entre el Teatro Monumental y el Teatro Español, en dirección al Instituto Cervantes. El edificio Amrani, comúnmente conocido como el edificio de los azulejos verdes, en referencia a la dualidad de verde y blanco, como dos firmas de la arquitectura española del Protectorado, era en su tiempo, el antiguo Colegio del Pilar.

El rodaje se intercaló con otras localizaciones en Tánger, que fueron presentadas como extensión a las de Tetuán. Como ejemplo, los exteriores de la pensión de Candelaria (los interiores se rodaron en España), que se sitúa en Tánger, en la cuesta del Souk Dakhel, a pocos metros de la Gran Mezquita. La pensión se halla en un antiguo edificio, el número 76, que en tiempos de la Tánger Internacional, ocupaba el Banco de Marruecos, más tarde y a partir de los años 70 pasó a ser un bazar. Actualmente el edificio se encuentra en restauración. También se puede ver la histórica kasbah, que fue escogida para establecer la Comisaria del Protectorado, cuya ubicación se encuentra en el Museo de la kasbah, frente a Baba el Bhar (Puerta del Mar). Entre otros localizaciones, se halla el hotel El Minzah, cuyas terrazas sirvieron para Sira, Rosalinda y Marcus para hablar del negocio del traslado de la madre de Sira desde Madrid. Además aparece el tangerino Palacio de las Instituciones Italianas (Palacio Muley Hafid) recreado como casa de Rosalinda Fox, la amante inglesa del Alto Comisario, el general Beigbeder.

Los fotogramas de El tiempo entre costuras han despertado una clara nostalgia en la población tetuaní, que no para de expresar sus deseos de volver a ver ese Tetuán tan blanco y tan original, donde la gente mayor no cesa de recalcar ante cada escena, lo tan agradable que era la vida en aquel entonces -lejos de cualquier término político-, mientras que los jóvenes y los que jamás tuvieron la oportunidad de vivir ese esplendor, no les queda más que lamentarse.

Este reportaje aparece en  www.diariocalledeagua.com publicación en el norte de Marruecos de la Asociación de la Prensa de Cádiz

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