Fue asistente de vestuario de Titanic, cuyos modelos tuvieron mucha inspiración española, y actualmente es Presidente de la Asociación Americana de Diseñadores de Vestuario. El español Salvador Pérez es el encargado de vestir a la actriz estadounidense de origen hindú Mindy Kailing para su serie personal, The Mindy Project, que esta noche regresa al canal Cosmopolitan, en las plataformas de pago. La veterana Castle, ya cancelada, ha sido otras de las series que Pérez ha supervisado y elegido todo el vestuario de sus actores.

-¿Para una serie con una protagonista femenina como Mindy la moda es casi un personaje más?

-La propia Mindy siempre ha querido que tanto su serie como su personaje tuvieran carácter, que la gente que la viera se sintiera identificada con ella y quisiera imitar su estilo de vida. Mindy adora la moda en la vida real es muy sencillo trabajar con ella. Entre los dos hemos creado un gran vestuario para su personaje de ficción, compartiendo puntos de vista.

-¿Viste muy diferente Mindy Kaling en la vida real de como lo hace en la serie?

-El estilo personal de Mindy es algo más vibrante y en la serie se acerca más a la moda urbana, por lo que hay prendas que la Mindy real no se pondría. Sin embargo, a veces pregunta dónde he comprado ciertas cosas para añadirlas a su vestuario personal.

-¿Es un reto vestir de manera personal a una actriz para que tenga un sello distinto al resto de personajes públicos?

-Existen muchas reglas a la hora de vestir. Sin embargo, como diseñador de moda, lo cierto es que no suelo seguir ninguna. Mi trabajo es hacer que el actor tenga personalidad a través del vestuario, da igual cómo sea o qué talla tenga y Mindy ya tiene bastante personalidad por sí misma. Diría que la clave está en emplear sus curvas de una forma acertada.

-¿Cómo fue evolucionando el estilo de Mindy a lo largo de estas temporadas?

-Ha llegado un punto en que algo instantáneamente nos gusta a la vez. La base del estilo de Mindy no se ha modificado: los colores vivos y las mezclas de estampados son una constante. Para evitar contrastes de mal gusto lo que hago siempre es mantener los estampados con el mismo matiz de color para que la diferencia sea mínima. Es como el trabajo de un pintor, sólo que aquí el armario es mi paleta.

-¿Alguna vez se ha negado su actriz a vestir alguno de los conjuntos propuestos?

-No, nunca. Mindy es una apasionada de la moda y por tanto acepta cualquier reto de estilo. A mí me encanta sacar a mis actores de su zona de confort en cuanto al vestuario y ella es una de las personas más aventureras que conozco. A veces voy de compras para adquirir prendas para la serie y en las tiendas me cuentan que Mindy ya ha estado ahí. Le encantan las compras y la conocen en todas las tiendas cool de Nueva York.

-¿Qué ocurre con los vestidos de Mindy, o de cualquier estrella, una vez los ha llevado?

-Por lo general el estudio guarda el vestuario para que pueda ser usado en ocasiones posteriores. Sin embargo, me gusta demasiado la ropa de Mindy como para permitir eso, los diseños son como mis hijos, y los conservamos nosotros.

-¿Una clave para que la ropa quede bien?

-En el caso de Mindy Kaling la clave está en ajustar las prendas a la figura de la actriz para que luzcan de una forma mucho más personal. Desde que coso yo mismo muchas de las prendas, he conseguido aportar a los looks de Mindy un toque mucho más pulido.

-¿Cuántos modelos puede lucir una protagonista en un capítulo? ¿Cuánto hay de creación y cuánto hay de adquirido?

-A Mindy le habré puesto más de 1.000 conjuntos a lo largo de la serie. En cada episodio cambia de vestuario entre 10 y 15 veces,pero sin embargo hubo una vez que cambió de look hasta en 31 ocasiones. De todas esas prendas, alrededor de un 20% las hemos creado nosotros y el resto las adquirimos. A veces podemos combinar una camiseta de 1.000 dólares con una falda de 20 dólares.

-¿Qué prendas definirían a Mindy Kaling en pantalla?

-Las prendas que suele llevar el personaje son muy básicas y están basadas en siluetas bastante sencillas. Una camiseta, una falda, un vestido. El toque lo aportan los accesorios y los tonos empleados en las prendas.