Álvaro de Armiñán · Director de cine

"He querido profundizar en el mundo interior del torero"

  • El cineasta presentará el próximo 7 de noviembre la película 'La soledad del triunfo', de producción andaluza, en el Festival de Cine Europeo de Sevilla 2012.

Un joven con tan sólo 26 años, Antonio de Justa, ha alcanzado la gloria en su profesión, el toreo, y se hace mil y una preguntas, incluida la de si ha merecido la pena el sufrimiento experimentado hasta llegar al estrellato. Coproducida por Canal Sur y Teyso Media Ficción, La soledad del triunfo es una película destinada a televisión, protagonizada por Samuel Galiardo y Ana Cuesta y dirigida por Álvaro de Armiñán -hijo de Jaime de Armiñán, creador de la popular serie Juncal-. El largometraje andaluz cuenta entre las localizaciones principales con la plaza de toros de Espartinas y la finca Las Monjas, en Lora del Río.

-Álvaro, ¿existen similitudes entre 'Juncal' y 'La soledad del triunfo'?

-Ninguna. La serie es irrepetible, maravillosa y un icono. Las comparaciones son siempre odiosas. Juncal es un personaje especial, picaresco. Aquí se trata de un chico de 26 años que ha triunfado y se plantea si ha merecido la pena el que para conseguir ese éxito haya tenido que dejar tantas cosas sin realizar. En La soledad del triunfo he querido profundizar en todo el mundo interior del torero, en sus miedos y en sus relaciones personales.

-En relación con el mundo taurino, ¿qué tipo de escenas ha filmado?

-Mas que escenas taurinas tradicionales aparecen otras relacionadas con el vestirse en el hotel, con la llegada al mismo después de la corrida. Y hay una secuencia, una tarde de toros, en la que sin enseñar la plaza se vive lo que sucede en ella a través de la cara de los personajes que están viendo la corrida por la tele.

-¿Qué ha sido lo más complejo de realizar?

-El mayor problema ha sido el tiempo. Se hizo en menos de cuatro semanas. Me hubiera gustado contar con cuatro o cinco. Y, por supuesto, el trabajo con los actores, del que estoy muy contento, incluida la interpretación del torero Óscar Higares, quien tiene como papel el de un maestro consagrado, que ha sido el espejo para el protagonista y que es su competidor. Lo más logrado corre a cargo de los actores, que están estupendos.

-La película está basada en la novela homónima de Rafael Moreno, apoderado de Espartaco.

-Así es. El guión guarda el espíritu y la idea de la novela.

-¿Se le quedó algo por rodar?

-Algunas cosas debido a la premura de tiempo. Pero a veces cierta prisa te hace sacar lo mejor, lo más importante.

-¿Qué ha sido lo más difícil de conseguir?

-Que la historia tuviera ritmo en la narración. Eso ha sido lo más complicado. Y esto creo que está bien solventado.

-Algunos afirman que esa mirada del miedo de un torero en el portón de cuadrillas jamás puede interpretarla fielmente un actor...

-No estoy de acuerdo. Lo difícil es rodar con toros. Porque al toro no le puedes decir "vamos a repetir". Pero un buen actor, puede perfectamente transmitir esos momentos de miedo. En la película hay una escena que plasma ese miedo.

-Está en capilla, como se dice en el argot taurino. ¿Qué le gustaría que dijeran de su película tras su estreno en Sevilla?

-Yo ahora mismo la veo y no me canso de verla. Me gusta. Es un trabajo muy digno. Una historia con cierto ritmo y en la que los actores han trabajado muy bien. Me gustaría que todos aquellos que la vean piensen que han pasado un buen rato. Que les ha gustado.

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