APARCA su moto Suzuki azul en la Gavidia con la leyenda: "No te lleves tus órganos al cielo. El cielo sabe que los necesitamos aquí". José Pérez Bernal (Sevilla, 1950) fue hace dos años rey Melchor en la Cabalgata de 2012 y llega al bar El Sardinero con la corbata de Gaspar, regalo de Francisco Herrero. Completó la terna Rafael Gordillo, Baltasar con aliento de Finidi.

El Belén de la Solidaridad de la iglesia de Santa Rosalía, ensu duodécima edición, reproduce la plaza de San Lorenzo. Hoy termina el quinario del Gran Poder. "La Basílica se inauguró en mayo de 1967, el mismo año que yo empecé a estudiar Medicina". Hay un detonante en su vocación. "Seis días antes de que yo cumpliera siete años, mi madre, Ana Bernal, una sevillana de la Puerta Osario que se casó con un gallego de Pontevedra, murió en el parto de mi hermano pequeño, que tampoco sobrevivió. Eso marcó mi vida. Quizás me hizo mejor persona e influyó en que me hiciera médico para que otras madres no murieran en el parto de sus hijos. En mis cartas a los Reyes siempre les pedía que viniera mi madre, a la que identificaba con la estrella".

En la plaza saluda a Andrés y Ángel, los sacerdotes que acaban de celebrar misa en el Gran Poder. Evoca vivencias cofrades de la Cabalgata. "Al rey Melchor le precedía una carroza con 28 niños, 24 trasplantados y cuatro hijos de trasplantadas. Nos abrieron las puertas de los Negritos, mi hermandad desde niño, de la Macarena, que es patrona de los trasplantados de hígado, y de la Estrella, patrona de los trasplantados de corazón".

En Santa Rosalía, varios trasplantados de hígado custodian el Belén de la Solidaridad. Entre ellos, Isidoro Escudero, un ateo de Comisiones Obreras. Las paradojas de la generosidad. También está el médico que los operó a todos, Ángel Bernardos, salmantino de Sancti Espiritus, pueblo próximo a Ciudad Rodrigo. "Torrijos pidió para los dos la medalla de la ciudad", dice Pérez Bernal, artífice de estos pactos de la Moncloa de la solidaridad que permiten ver con sus tarjetas de donantes a la duquesa de Alba junto a Cayo Lara o Gaspar Llamazares. En la Gavidia felicita a Teresa Seda, enfermera, cuatro veces trasplantada de riñón.

"El mejor recuerdo de esa noche es que la gente vivió en la calle la magia de la solidaridad". Por eso soltaron globos celestes en la iglesia de los Negritos, "los donantes son ángeles que siguen regalando vida". En el Duque saluda a José Chamizo, que fue rey mago sin corona cuando ejerció de Defensor del Pueblo. Visita de cortesía al Ateneo, donde coincide con Práxedes Sánchez, presidente del Círculo Mercantil.

Lleva varios botes de garbanzos a la caseta de Operación Buena Gente de la cadena Ser en la Campana. Sierpes es un hervidero de gente. Se cruza con José Fernández, hermano mayor de San Gonzalo, testigo de una donación infantil digna de un cuento de Dickens, y con Robert Allen, un norteamericano que burló el bloqueo de su país para que Pérez Bernal y Bernardos hicieran un centenar de trasplantes en Cuba.

Tiene recomendación en Oriente porque su hijo Daniel es piloto en la compañía Qatar Airways. En Pedro Caravaca charla con Demetrio Pérez, otro político de su álbum de donantes. Disfrutó en el tránsito de las calles estrechas a los espacios más amplios, de Trajano al Duque, de ODonnell y Murillo a Reyes Católicos, "viendo desde arriba a la gente en el puente de Triana".

Cuarenta años en Cuidados Intensivos con la epifanía científica de salvar vidas. El 10 de abril de 1978 se realizó el primer trasplante de riñón en Andalucía; el Viernes de Dolores, el primero de hígado; la Noche de Reyes de 1991, el primero de corazón. En tiempos despiadados, conoce el factor humano. "Antonio Puerta murió en mi cama de Cuidados Intensivos, era ahijado de trasplantada y con 18 años se sacó la tarjeta de donante". O las siete vidas que salvaron los órganos del hijo de Juan Ignacio Zoido fallecido en un accidente de tráfico. En Santa Rosalía vio el encuentro de Zoido con Sánchez Gordillo. Los alcaldes de Sevilla y de Marinaleda, al margen de sus discrepancias políticas, están en la coalición de la solidaridad.

Este médico entre Pilares, su mujer y su hija, vuelve a por su moto a la Gavidia. Junto a la estatua de Daoiz. José Pérez Bernal es un héroe de nuestros días.