En su juventud, el doctor López-Vidriero fue jugador de la Selección Española de Bádminton, deporte del que le retiró una lesión y que, precisamente, le motivó a adquirir la especialización en traumatología y ortopedia. "Mi obsesión desde entonces ha sido que a nadie le pase lo que a mí, y sé que algo parecido es lo que ha movido a los mejores especialistas que hay en España". Ahora, y tras su trayectoria como jefe de Traumatología de Ibermutuamur así como consultor traumatológico del equipo de alto rendimiento de la Federación Andaluza de Tenis, se embarca en un nuevo proyecto como director de Ismec, la primera clínica traumatológica del sur de España especializada en tratamientos biológicos cruzados para lesiones deportivas y laborales. Esta clínica pondrá al alcance de los pacientes afectados por lesiones traumatológicas las técnicas más avanzadas y menos invasivas que ya vienen utilizándose con éxito en el deporte profesional. Estos avances favorecen una recuperación mejor y más rápida de lesiones y, por tanto, un menor tiempo de inactividad deportiva y de baja laboral. Como garantía, este profesional que ha tratado a campeones del mundo como la windsurfista Blanca Manchón y el piloto Nico Terol y se ha formado con algunos de los mejores especialistas, convirtiéndose en una de las primeras referencias internacionales en nuevas técnicas de la traumatología del deporte.