Vivir en Sevilla

Mucha cultura en un solo color

  • Desde 2011, Trompeta Verde ofrece a sus socios talleres, salas de ensayo y actividades de ocio

Con sus llamativas patillas canosas, Blackie, como todos conocen al encargado de la radio de la asociación Trompeta Verde, trabaja desde el altillo de la sede que esta entidad cultural tiene en la calle Castellar. Frente a él, el pintor Abidio Salanova manipula algunos de sus lienzos, mientras que una joven, con la camiseta corporativa de la asociación, se afana en barrer el suelo de esta amplia sala de techos altos. La escena la completa un gato de pelaje blanco y gris -casi plateado- y José Moreno, uno de los responsables de la creación, en marzo de 2011, de este espacio cultural. "El gato ha estado sólo una semana, mientras estábamos de vacaciones, y lo ha dejado todo manga por hombro", cuenta Moreno.

Aunque todavía se están desperezando, después del periodo de asueto, los miembros de la junta directiva de la asociación Trompeta Verde ya trabajan a pleno rendimiento para preparar la cuarta temporada de este espacio cultural que nació en marzo de 2011. "Estaba buscando un estudio de trabajo y encontré este local. Por sus dimensiones, un grupo de colegas y yo pensamos que podríamos darle más uso, además del nuestro". De esta forma recuerda Moreno el surgimiento de esta entidad, después de unos inicios titubeantes. "Cuando hubo problemas en los corralones, nos llegaron denuncias porque, por aquel entonces, éramos de los pocos que estábamos como asociación", explica, dejando claro que su horario es, sobre todo, diurno, ya que abren a las 10:00 y cierran sus puertas antes de la medianoche.

En la actualidad, asegura Moreno, tienen la confianza de los vecinos, a quienes quieren involucrar cada vez más en las actividades de su programación, que comienza hoy a la una de la tarde con la tercera edición de la Record Swap, una feria de intercambio de discos de vinilo organizada por Trompeta Verde y Saturno Records. La jornada se completa con un concierto del grupo holandés The Sensational Second Cousins, que los asistentes podrán disfrutar acompañándolo con comida mexicana. La música también será la protagonista todos los martes a partir del 16 de septiembre, con sesiones de piano a la hora de la sobremesa; mientras que los miércoles será el día de los pequeños conciertos acústicos. El cine también tendrá cabida en las semanas del céntrico espacio, con sesiones nocturnas los martes organizadas por cíclos de géneros o directores.

También dentro del apartado musical, aunque fuera de las paredes del local de la calle Castellar, la asociación promueve la Alamijam, una jam session en el Parque del Alamillo en la que suelen participar los grupos que ensayan en Trompeta Verde Estudio, el local que la asociación tiene en los corralones de la Plaza del Pelícano. Estas bandas también suelen participar en los conciertos mensuales que la entidad celebra en la sala Hollander, en el Polígono Calonge. "Aunque allí también tienen salas de ensayo, no los consideramos competencia porque lo que buscamos es la colaboración, seguir creciendo", señala José Moreno.

Sin embargo, en Trompeta Verde también hay lugar para la formación y cuenta con una programación de talleres que abarca una gran variedad de ámbitos. Desde algunos dedicados al cuerpo -como los de yoga y pilates- a la formación en idiomas, pasando por otros más especializados, como uno audiovisual. "El de idiomas es más bien un laboratorio, donde todos nos ponemos en mesas y nos vamos enseñando unos a otros, pero los más específicos sí los conduce un profesor", explica Moreno, que se refiere al taller de radio.

Blackie es quien se encarga de esta actividad, que se sirve de los medios que la asociación utiliza para la emisión de su radio comunitaria, que puede escucharse a través de internet. "Aunque ya funciona, queremos darle una mayor consistencia. Que se convierta en una radio social con seguimiento en el barrio y con mayor número de programas no musicales", explica el responsable, que menciona la posibilidad de que algunos jóvenes realicen prácticas en esta iniciativa.

Al igual que casi todo lo que ofrece la asociación, los talleres como éste están abiertos a todo el mundo. "Queremos que venga gente de todas las edades, desde los jóvenes a la mujer mayor que vive enfrente y se ha apuntado a yoga", asegura José Moreno, con ilusión. De momento, tienen unos 70 socios que renuevan año tras año, pero esperan aumentar el número. Con suerte, la Trompeta Verde seguirá sonando mucho tiempo en el casco histórico.

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