Tapas caseras, a buen precio y con un toque familiar. En eso se basa la propuesta de un nuevo local que abría el pasado 1 de octubre en el barrio de Los Remedios. El Café Bar La Prensa aspira a convertirse en punto de encuentro de vecinos del barrio y amantes de una cocina sencilla que se inspira en los productos de la tierra.

Al frente de este nuevo local está el sevillano Borja Rosa, dedicado desde hace años a la hostelería en la ciudad. Éste es su primer negocio propio y para su puesta en marcha ha contado con el apoyo de su familia, también vinculada al sector. La fórmula que este empresario de 33 años propone en La Prensa pasa por ofrecer un carta llena de tapas económicas -el precio medio es de 2,5 euros- y que rescata lo mejor de la cocina sevillana. Así, entre las tapas más populares están la carrillada y los mejillones rellenos y en el tiempo que lleva abierto el local el risotto de setas o las minihamburguesas se han convertido ya en todo un clásico. En el apartado de vinos, La Prensa copea un buen número de blancos y tintos que incluyen tanto los más conocidos (riojas, riberas...) como de otras bodegas más jóvenes.

La jornada en La Prensa, que en poco tiempo se ha hecho un hueco en la rutina del barrio, arranca bien temprano. A las seis de la mañana comienzan a servirse los desayunos, que se nutren de diferentes tipos de pan. Tras la hora del almuerzo -el ticket medio del local ronda los 7 euros-, La Prensa se convierte en un buen lugar donde disfrutar de una copa tras el trabajo, ya que dispone de una amplia carta de coctelería. También las meriendas tienen un hueco en el día a día del local, que sirve pasteles, tartas y dulces -un ejemplo son los clásicos Miguelitos- durante toda la tarde.

En el interior, La Prensa ofrece la posibilidad de disfrutar de sus tapas tanto en mesas altas como bajas y admiten reservas para la celebración de diferentes eventos, para lo que cuentan también con un local anexo con capacidad para unos 40 comensales.

Otro de los grandes reclamos del Café Bar La Prensa es su amplia terraza, cubierta y totalmente adaptada para los meses de invierno. Por todo ello, este rincón se ha convertido en uno de los favoritos de la zona para degustar la primera copa de la noche -el local cierra en torno a la una de la madrugada- después de disfrutar de una buena cena.