TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Vivir en Sevilla

Santa Teresa se descubre a Sevilla

  • Engranajes Culturales organiza una ruta cultural para conocer la figura de la religiosa y su relación con la ciudad

"La llegada de Santa Teresa de Jesús a Sevilla fue terrible para ella", anuncia Sergio Raya, gestor cultural de Engranajes Culturales y guía de la ruta Moradas de Santa Teresa, a la treintena de personas que se da cita en la Plaza del Cabildo, que, como cada domingo, está ocupada por una turba en busca de sellos o antigüedades, entre otros enseres, para la compraventa. "No sabía mucho de esta santa pero no podía imaginar que le gustase tan poco Sevilla", comenta una de las presentes entre risas tras el comentario del guía. Aunque en su juventud había rechazado la opción de ser monja, cuando llegó a la ciudad ya estaba convencida de lo férreos que han de ser los principios que rigen la vida clerical y de fundar en ella un convento de Carmelitas Descalzas, pero el clima que encontró en la urbe no fue de su agrado. A finales del siglo XVI, cuando se produjo su llegada, Sevilla era una de las ciudades más ruidosas y cosmopolitas del mundo. La religiosa se alojó en una casa de la calle Armas (hoy Alfonso XII) y tanto ella como las monjas que la acompañaron se quedaron prácticamente sin nada tras sufrir un robo a manos de los vecinos del lugar, además el arzobispo no era partidario de fundar un monasterio de pobreza y sin renta fija.

Junto a la Catedral y bajo un sol radiante, ése al que la santa culpaba del carácter distraído de los sevillanos porque "secaba el alma y enervaba las pasiones", continúan las explicaciones de Sergio Raya. Las dificultades de la religiosa para fundar conventos en el reino basándose en la regla original de Monte Carmelo se repitieron en Sevilla. Finalmente, pudo instalar su congregación en la Pajarería, en la actual calle Zaragoza, en 1576.

En la nívea Plaza de Santa Marta, una actriz caracterizada fielmente como Santa Teresa relata al grupo cómo fueron sus primeros momentos en el monasterio sevillano, donde tuvo especial protagonismo Beatriz de la Madre de Dios. Y, frente al Convento de San José del Carmen, el guía puntualiza que fue el único de los conventos que fundó que no conoció. Santa Teresa había abandonado Sevilla y no presenció el traslado de las monjas, en el que colaboró San Juan de la Cruz en 1603.

En el interior del convento, sólo la voz de Sergio Raya rompe el sepulcral silencio. La orden ha mantenido con recelo los principios de clausura, por lo que el respeto de los visitantes en su incursión son ejemplares. Se hace alusión a la faceta literaria de la religiosa poniendo sus textos en boca de la actriz, en este caso, a las llamadas cartas terribles. En esta correspondencia con la priora se da cuenta de los conflictos que con la Inquisición, por ejemplo, tuvo que solventar Santa Teresa de Jesús en aquellos años. La visita continúa en la sala de torno y en el locutorio, el primitivo, donde se conserva la cruz que trajo San Juan de la Cruz y la reja original del antiguo Convento de San Francisco de la Pajarería. "Uno de los detalles que demuestra que se trataba de una mujer adelantada a su tiempo es que exigió que todas las monjas supiesen leer y escribir", comenta Raya en el locutorio.

Una de las últimas paradas dentro del Convento de San José, conocido como de Las Teresas y sito en la calle Santa Teresa, es en la iglesia. Es aquí donde la actriz entona extractos de la obra más universal de la santa, Las moradas, y se describen, entre otras joyas artísticas, el retablo mayor que realizó Jerónimo Velázquez e incluye obras de Juan de Mesa y el lienzo de Francisco Herrera El Viejo que protagoniza el retablo de la Encarnación, de Luis de Figueroa. El acceso a la sacristía clausura la visita, donde los participantes pueden ver tras un cristal valiosas reliquias de Santa Teresa, como el ejemplar original del libro de Las moradas.

Tras un aproximado recorrido por la figura y obra de la religiosa y de conocer su relación con Sevilla, Sergio Raya despide el itinerario poniendo en valor su legado: "Sin duda se trata de un pensamiento único y preciado para una mujer del siglo XVI, digno de ser rescatado del olvido". Engranajes Culturales organiza esta ruta Moradas de Santa Teresa por el Año Jubilar que celebra el V centenario del nacimiento de la religiosa y el IV de su beatificación.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios