Reciclar es una forma de contribuir a la conservación del medio ambiente y también de brindar una segunda oportunidad a toneladas de chatarra. Así lo demuestra el proyecto Premios Artir, que ponía en marcha el pasado curso la profesora del Departamento de Escultura de la Facultad de Bellas Artes Raquel Barrionuevo y en el que participaban 95 alumnos. Ahora, los trabajos presentados se exponen en una muestra que se inauguraba ayer y que hasta el próximo 12 de enero puede visitarse en el Pabellón de Francia de la Isla de la Cartuja.

Artir: arte, tecnología y reciclaje es el título de una exposición que reúne las 31 obras de arte finalistas y que fueron realizadas por los estudiantes utilizando los residuos electrónicos aportados por la empresa tecnológica C&G IT Solutions. Se trata de esculturas en las que piezas de teclados, ratones, discos duros, carcasas o monitores, entre otros muchos materiales tecnológicos, se transforman después de ser recicladas para transmitir, como cualquier otra obra de arte, los mensajes, sentimientos o emociones que inspiran a sus respectivos autores.

Al margen de su componente puramente estético y artístico, lo que pretende esta exposición es concienciar a mayores y pequeños del valor del reciclaje y la responsabilidad social. Asimismo, tanto los premios como esta muestra se presentan como un ejercicio de innovación docente que Barrionuevo, que ya gestiona su planificación para una nueva edición, incorporó a su programa educativo.

La muestra puede visitarse ya -con cita previa que hay que solicitar en el correo electrónico info@emprepolis.es- en el Pabellón de Francia, más conocido como El Cubo, un espacio cedido por la Sociedad Andaluza para el Desarrollo de las Telecomunicaciones (Sandetel).

Las 31 obras finalistas de la primera edición de los Premios Artir se exponen hasta el próximo 12 de enero en el Pabellón de Francia.