No será un festival al uso, será una "locura". Palabra de Chío Abbad, que respira, bebe, come y ama con música desde que era una adolescente. En 2002 se subió a un escenario por primera vez y el año pasado grabó su primer disco, Isobáticas. Ahora, por un instante, sólo un instante, deja a un lado el mástil de seis cuerdas y maquina una idea a la que le viene dando vueltas en su cabeza que no para un momento: una reunión nocturna y hasta al filo del amanecer de músicos, de bandas sevillanas que con espíritu de fiesta -que es de lo que se trata- demuestren, enseñen y ofrezcan que en la ciudad hay otros sonidos, muchos más de lo que la gente cree.

Y así nace el No Festival, cuya primera edición se celebrará el próximo sábado en la sala X. La promotora es, por supuesto, junto con su banda, parte del cartel: El Imperio del Perro, Bandit Camping, Tres Esfinges de Bikini y Chío Abbad&Band, a los que seguirán otros cuatro dj's en una madrugada dedicada a dar a conocer, fomentar e impulsar la música que se hace en Sevilla.

La idea, en estado embrionario, nace con la intención de expandirse. Lo que persigue Chío Abbad, si el proyecto cuaja, es exportar el No Festival a otras ciudades y que los combos locales protagonicen otra noche como la de pasado mañana en Sevilla.

"¿Qué música se está haciendo aquí, en Sevilla? Nadie investiga qué se mueve en la ciudad. Me he estado preguntando eso mucho tiempo. Y sé que hay gente que también se lo pregunta. Hay músicos y grupos sevillanos más conocidos fuera que en su propia ciudad. Sus nombres aparecen en carteles de festivales de fuera y aquí son casi unos desconocidos para el público y con el No Festival perseguimos corregir eso, y también que el público que acuda se sienta dentro de lo que está pasando, que forme parte de lo que ocurra en la sala. La gente puede encontrarse con algo que no se esperaba en esta ciudad", explica Chío Abbad.

El concepto ha gustado a los grupos. "Las bandas han dicho sí enseguida. No he hablado con nadie de dinero, no ha hecho falta", cuenta esta cantautora, siempre dispuesta a embarcarse en "todo lo que sea una ruina" después de dejar atrás un ambiente muy distinto del que disfruta en la actualidad: estudió Empresariales y trabajó en el departamento de riesgo de banca on-line subrogando hipotecas. "Ufff, no lo soportaba, no me gusta nada ese mundo". Lo suyo es la música. Y transmitirla. El motor de su idea del No Festival es ese: difundir estilos, que no se repitan y que haya lugar a la sorpresa. "Y de una manera lo más directa posible, sin intermediarios. Con mucho compadreo entre los músicos y el público".