nueva ubicación

Desde hace unos meses, hay un motivo más para acercarse hasta la céntrica calle Baños. En el número 3 abría sus puertas el pasado octubre la Taberna El Panduro, que tras más de dos años en la calle Doña María Coronel está inmersa ahora en una nueva etapa. El local estrena ubicación y también decoración, pero mantiene intacto el espíritu con el que ha conquistado a los que buscan una gastronomía basada en productos de la tierra pero con un toque diferente.

Al frente de la Taberna El Panduro están Jorge Ceballo, que se encarga de la cocina, y Pedro García. Dos jóvenes emprendedores, inquietos y apasionados por su trabajo que se han propuesto ahora conquistar al nuevo barrio que los acoge. En la carta de El Panduro no faltan algunos de los platos que causaron sensación en la etapa anterior. Es el caso de la ensalada Panduro, el tataki o el solomillo de buey. También se incluyen nuevas propuestas como la caballa con arrope de tomate, las patatas bravas o el pollo con cabrales y migas.

Renovarse constantemente es uno de los objetivos del local, que cada semana propone sugerencias fuera de carta que se nutren de los productos que ofrece el mercado. Pulpo con risotto de azafrán, ortiguillas fritas o listado (un tipo de pescado) con puré de manzana ácida y mojito de fresa son algunos ejemplos de una cocina que se reinventa cada día y que se basa en la búsqueda constante de productos de temporada. Carnes de León, pescado fresco, atún de almadraba o verduras del mercado de la Encarnación son los ingredientes estrella de una carta que se sirve en formato de tapas generosas -la mayoría están pensadas para compartir- y que se marida con una carta de vinos que en El Panduro se presenta en columna -se muestran en la pared- y que se conforma a base de vinos andaluces y propuestas frescas.

El ticket medio de El Panduro ronda los 15 euros -todo el vino se copea- y el local organiza también eventos -puede acoger hasta 50 comensales- de todo tipo.

Disfrutar de El Panduro, de su cocina y de su ambiente, es lo que proponen, en definitiva, los promotores de un local que ha pensado en todos y que cuenta también con una carta especial sin gluten.