Vivir en Sevilla

Melodías que van más allá de los pentagramas

  • El Riberas del Guadaíra reúne a las voces de dos mil niños de 35 colegios que protagonizan la cantata 'Un mundo entre dos tierras'

Películas como Los chicos del coro -en la que el profesor Clément Mathieu utiliza la música para ganarse a unos niños conflictivos- dan fe de que este arte puede utilizarse como herramienta educativa y obtener buenos resultados. Sin la necesidad de plantarse frente a una pantalla de televisión el uso didáctico de la música puede verse en las actividades que Cantania realiza. Esta organización tiene un proyecto abierto que busca integrar a los alumnos y ayudarles a familiarizarse con la música, de ahí que participen todos los niños de la clase, sepan o no cantar.

Por tercer año consecutivo Cantania ofrece un total de seis conciertos en los que se materializa esa premisa de la que la organización parte. Los días 14, 15 y 16 en el Teatro Auditorio Riberas del Guadaíra, más de 2.000 niños de 35 colegios de Sevilla, Cádiz y Badajoz representan la cantata Un mundo entre dos tierras, una obra creada en exclusividad para la ocasión.

"Ha sido un trabajo muy duro y con mucha dedicación, pero los resultados son fabulosos", afirma Pasión Benítez León, coordinadora de Cantania Andalucía. Durante un año los alumnos de los diversos centros que componen el elenco han preparado la obra sin tener contacto entre ellos hasta el mes antes del estreno. La distancia entre los niños no ha resultado ser un handicap para ellos, quienes, a tres día del estreno, ya se saben la cantata de memoria y han conseguido que sus padres se aprendan una canción para interpretarla al finalizar la obra. Los alumnos ensayan la obra durante el curso, además de realizar ellos mismos el atrezzo, para después ponerlo en común con el resto de colegios en un único ensayo general. "Ese momento es mágico, porque aunque hayan trabajado cada uno en su centro suenan como verdaderos profesionales y no como si se tratase de una actuación de fin de curso", recalca Pasión Benítez León.

Esta actividad busca ser algo más que una mera interpretación musical, ya que promueve el contacto y la convivencia de niños de diferentes estratos sociales, al igual que fomentar valores como el trabajo en equipo, la superación o la autoestima.De ahí que hayan creado la Asociación Pasión por la Música con el fin de seguir cumpliendo estos objetivos y ampliar horizontes en la "búsqueda de la felicidad de los niños", el verdadero trasfondo de este proyecto según la coordinadora de Cantania Andalucía. La música se convierte en este proyecto en un instrumento que transforma a las personas, canalizando sus sentimientos negativos, como a los niños de Los chicos del coro.

Financiado por los propios centros y con la ayuda de alguna entidad, esta actividad va más allá de sus conciertos, "involucra a los que la desarrollan y a los que la presencian".

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