A hora y media de Sevilla, el municipio de San Nicolás del Puerto esconde tras de sí rincones de gran riqueza paisajística y cultural que atrae cada vez a más foráneos gracias a los dos monumentos naturales con los que cuenta el Parque Natural de la Sierra Norte. Reserva de la Biosfera y geoparque. Entre sus extensas y amplias dehesas se halla el Cerro del Hierro, un yacimiento minero donde la mano del hombre y la erosión de la caliza dieron lugar a una zona cárstica que, desde la época romana y hasta el siglo pasado, acogió la extracción del hierro presente en sus rocas. Junto al conjunto geológico, el parque aguarda también las cascadas del río Huéznar -afluente del Guadalquivir-, una serie de saltos que surgen por la caída del agua sobre las formaciones calizas denominadas travertinos. Olmos, fresnos y sauces conforman la vegetación que los rodea.

¿Y qué mejor manera para conocer este paraje que sobre dos ruedas? En los últimos años se ha incrementado de manera notoria el número de personas que escapan del ruido y la contaminación de las grandes urbes para disfrutar de una jornada fresca y, sobre todo, verde, montados en una bicicleta de montaña. En España existen más de 2.000 kilómetros de líneas férreas no operativas que han sido recuperadas para el uso y disfrute de caminantes, ciclistas y personas con movilidad reducida. Son las Vías Verdes. La Sierra Norte acoge unas de éstas, que discurre en su mayoría por el ramal que unía la línea Zafra-Sevilla con las minas del Cerro del Hierro a lo largo de más de 19 kilómetros.

Un recorrido que Fernando Candelera, fundador de La Bicicleta Roja, descubrió durante una jornada deportiva. Entonces fue consciente de la necesidad de contar en este espacio con una infraestructura con puntos de información y alquiler de bicicletas. Una oportunidad que no dejó escapar. La crisis, su situación de desempleo y el gusanillo por un proyecto de tal envergadura, le llevaron a emprender un negocio que está teniendo una grata acogida desde su fundación en febrero del pasado año. "Mi objetivo es el de ofrecer experiencia", comenta este sevillano que ya desde pequeño tuvo su primera toma de contacto con la zona por varios campamentos.

Al principio eran dos socios y apenas tenían nociones sobre el mundo del pedaleo. De hecho, Candelera asegura que tan sólo había utilizado antes la bicicleta como medio de transporte y en clases spinning. Desde sus inicios, la idea contó con el beneplácito del alcalde de San Nicolás del Puerto, quien cedió un polideportivo como almacén. La lejanía respecto a los monumentos naturales hace que hoy día el punto de acogida El Venero, donde se ubica las instalaciones, esté en un sitio privilegiado como es el nacimiento del río Huéznar.

La Bicicleta Roja cuenta una amplia variedad de rutas guiadas y ofrece la posibilidad de alquilar bicicletas y carritos-remolques. Durante el curso escolar optan por que los más pequeños conozcan también el entorno mediante visitas concertadas con los colegios. A ello hay que sumar el Ciclobar, donde los turistas pueden disfrutar de productos autóctonos de Alanís, Constantina o San Nicolás del Puerto.

Hay ciclorrutas para todos los gustos. Las que mayor aceptación tienen, explica Candelera, son aquellas que ofrecen un recorrido mixto a pie y en bicicleta. El esplendor de la rivera del Huéznar, con 22 kilómetros por la llamada Vía Verde, permite conocer el origen de este afluente del Guadalquivir, sus bordes y cascadas y caminar hasta descubrir los diversos saltos de agua conocidos como chorreras. Por su parte, Cerro del Hierro: la magia de la naturaleza, acerca al turista, tras 12 kilómetros pedaleando y dos más a pie, hasta el antiguo recinto minero donde la acción humana y la erosión de la caliza por la lluvia y la nieve dejaron un paisaje peculiar por sus formas y colores. Todo ello acompañado de explicaciones por parte de un guía local.

Otra de las rutas, La dehesa y sus frutos, da la oportunidad de conocer el bosque mediterráneo en 17 kilómetros, atravesando una de las fincas existentes en las que predominan encinas, alcornoques y quejigos que sirven de caldo de cultivo para la crianza del cerdo ibérico. El punto fuerte del camino es la parada gastronómica. Una degustación de jamón ibérico de bellota acompañado por un vino de la comarca se convierte en uno de los grandes placeres para los amantes del buen comer. También, con Descubre San Nicolás, es posible disfrutar mediante un paseo de vistas panorámicas del pueblo desde el Cerro del Calvario, visitar la ermita mudéjar de San Diego y adentrarse en su casco urbano, donde sobresalen el puente romano y la iglesia de San Sebastián.

Aunque el verano es temporada baja para los trayectos en bicicleta debido a las altas temperaturas, no son pocos los que se apuntan a esta aventura y dedican parte de su tiempo libre a descubrir rincones de la provincia menos frecuentados. Por ello, La Bicicleta Roja prepara eventos nocturnos a lo largo del periodo estival, especialmente para las últimas horas del día. Una ruta bajo las estrellas o actividades dirigidas a los más pequeños -globoflexia, magia o espectáculos de música con pompas de jabón- completan la oferta de ocio y deporte para acercar a los apasionados de la naturaleza y las dos ruedas a un paisaje único y cautivador.