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Sin respiro tras jubilarse

  • Confemac ofrece a jubilados actividades para que puedan seguir activos aunque ya no trabajen

La vida, desde que el ser humano empieza a tener conciencia, suele estar marcada por etapas con una meta fijada. Cuando se es niño se sueña con acabar la Primaria, en la adolescencia con la educación obligatoria y durante la juventud y la etapa adulta con terminar la carrera y encontrar un trabajo. Cuando éste se encuentra, las metas se diluyen en el tiempo. Por eso, a medida que se acerca el final de la vida laboral de las personas nace en ellas una gran inquietud: ¿y ahora qué? Muchos se refugian en sus nietos y hacen de abuelos todoterreno, ayudan a sus hijos con sus responsabilidades y se convierten en el pilar fundamental de muchas familias. Pero, además de echar un cable en casa, las posibilidades de seguir activos para estas personas son muy amplias y así lo hace saber la Confederación Estatal de Personas Mayores (Confemac). Esta entidad sin ánimo de lucro nació con el objetivo de fomentar la actividad de aquellos que ya no trabajan, pero quieren sentirse útiles. Por eso, su principal premisa es poner en alza el valor de la experiencia, del que tanto se habla.

Desde hace unos cuantos años, existe una conciencia generalizada de la importancia y del potencial que las personas mayores suponen para la sociedad. Ante esto, surge en ellos la necesidad de demostrar que esa afirmación es cierta. Confemac da la posibilidad a estos jubilados de conseguirlo. Desde 2004, esta organización realiza cursos de formación, voluntariados y todo tipo de actividades con el objetivo de garantizar que los jubilados sean autónomos y no se vean relegados a un segundo plano.

Los requisitos para participar en esta iniciativa son estar jubilado y no ser dependientes. Con mucho tiempo libre y con las capacidades psíquicas y motoras en forma, estas personas pasan un curso de formación de dos tardes y luego se dedican a la actividad con la que más realizados se sientan. "Ellos deciden a qué actividad se quieren dedicar, qué es lo que más les gusta y dónde se sienten más útiles", asegura Vicente Pérez Cano, director de Confemac.

Como el niño que va al colegio para adquirir capacidades para la profesión que desempeñe en un futuro, estos retirados también se preparan para saber qué quieren ser de mayores. El abanico de profesiones a las que pueden aspirar es muy amplio: un voluntariado medioambiental, impartir clases en colegios e institutos o cooperar para el desarrollo con nuevas tecnologías. Actividades que, en muchos casos, requieren poseer conocimientos y formación previa. "Las personas mayores cada vez tienen una formación mayor y por eso demandan actividades específicas y que les supongan un reto", apunta Pérez Cano.

Desde Confemac, además, en su afán por apostar por un "envejecimiento creador", focalizan toda esa experiencia que han adquirido a lo largo de su vida las personas mayores en emitir alternativas para la sociedad actual y del futuro. Con la iniciativa Vive participando,los jubilados hacen de mentores de los jóvenes y les ayudan a gestionar, entre otras cosas, la crisis. Muchos de ellos lo tuvieron difícil para comenzar y salieron adelante con éxito, ahora pueden enseñarle a los que empiezan desde su propia experiencia.

Las actividades que se desarrollan en Confemac se están repartidas por toda la geografía española, pero es en Andalucía y Extremadura donde tienen más presencia. Su demanda es tan alta que tienen preparados para octubre en Sevilla una serie de talleres de formación que durarán todo el otoño. Repartidos en cuatro módulos, los recién jubilados tomarán conciencia de la importancia de participar en la sociedad más allá de la familia, descubrirán las capacidades que tienen y no saben, se les mostrarán distintos campos de actuación y realizarán un entrenamiento para la actividad que realizarán luego.

"El fin de la etapa laboral no es el principio del fin, sino una nueva puerta a todo un mundo de posibilidades de realización personal", señala Vicente Pérez Cano. Aunque ya se hayan alcanzado esas metas, cada actividad puede ser un objetivo nuevo. La vida puede seguir siendo una carrera de fondo a pesar de que ya no se trabaje.

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