Vivir en Sevilla

Enredados para sensibilizar sobre los cuidados paliativos

  • Llamativa acción en la Puerta de Jerez en la que se emplearon 10 kilómetros de lana

El artista y museógrafo Paco Pérez Valencia, a través de La Universidad Emocional, llevó ayer a cabo una performance en la Puerta de Jerez de Sevilla con la que pretendió contagiar a viandantes y turistas del centro de la ciudad de compasión, convirtiendo la plaza en una gran marea azul. Esta acción urbana se enmarca dentro del programa Sevilla Contigo, Ciudad Compasiva, promovido por la Fundación New Health, una semana después de la celebración en Sevilla del XI Congreso Internacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos.

Estoy Contigo, que es el título de la acción, persiguió, a través de diez kilómetros de lana azul cielo, generar vínculos espontáneos entre los viandantes, mediante uniones y entrelazados de los cuerpos, que establecieron una comunicación sensorial viva, con la que se invitó a reflexionar sobre la idea de la unión, de la solidaridad y del cuidado. Los viandantes fueron asimismo los encargados de desanudarse, convirtiendo con los restos de la lana utilizada la Puerta de Jerez en una gran alfombra azul, símbolo de la ciudad compasiva.

Según Paco Pérez Valencia, "el resultado quiere ser un enorme campo de esculturas azul cielo, en sus diversas tonalidades, que nos recuerden el valor de la unión, de la cercanía, del anhelo de estar cerca de alguien que necesita de nuestros cuidados".

Para ello, se emplearon un total de 440 madejas de lana de color azul cielo de Sevilla con distintas tonalidades, que sumaron 10 kilómetros de lana.

La acción se desarrolló desde las 11:00, y contó con tres fases o momentos. La primera fue el desparrame de las 440 madejas de lana, en principio dispuestas como un gran croché de madejas, que se fueron distribuyendo entre los paseantes más curiosos, a los que se les invitó a enredarse en parejas o en grupos. Al tiempo que se enredaban, los técnicos de La Universidad Emocional les prestaron asistencia, y contextualizaron la iniciativa sensibilizando en torno a la importancia del cuidado.

La segunda parte recayó en los viandantes, quienes debieron desenvolverse por sí solos para resolver la conexión espontánea, cada pareja o grupo a su propio ritmo.

Por último, la tercera parte se desarrolló en el momento en que las madejas, después de desliarse, cayeron al suelo, formando parte de un dibujo vivo y en construcción permanente hasta el desliado de la última pareja o grupo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios