Vivir en Sevilla

Sevilla prende la antorcha de la paz

  • Unas 3.000 personas formaron este sábado, en el parque de la Torre de los Perdigones, un símbolo humano con luminarias como clausura del Día Internacional de la Paz

En la primera imagen que dio la vuelta al mundo de Jan Rose Kasmir, la pacifista se enfrentaba con una flor en sus manos a un pelotón de soldados armados durante la marcha sobre el Pentágono en protesta por la guerra de Vietnam. Tenía 17 años y ya han pasado más de cuatro décadas, pero el espíritu hippie de Kasmir no ha desaparecido. Este sábado, en el parque de la Torre de los Perdigones, su flor fue sustituida por una antorcha. Como ella, miles de ciudadanos portaron esta particular "arma pacífica" con el fin de formar, a través de destellos, un símbolo humano de la paz, con motivo de la clausura de los actos organizados por el Día Internacional de la Paz.

"Kasmir será la primera de la cadena en encender su antorcha; de una en una, por transmisión, se encenderán todas", explicó antes del comienzo del acto Antonio Martínez, miembro de Proyecto Ávalon, entidad organizadora del acto.

Aunque la figura de Jan Rose Kasmir -a la que también se le entregó ayer el Premio Internacional de la Paz de Proyecto Ávalon- cobró un especial protagonismo, nada hizo desviar la atención de la verdadera causa y motivación del acto: la construcción de la paz. "La paz nace en el corazón. Es importante hacernos oír, que la juventud tome el testigo de reivindicar la desaparición de los conflictos. La auténtica protagonista es la paz", subrayó Martínez.

El ambiente en el parque a medida que avanzaba la tarde comenzaba a tomar forma y sonido. A los vídeos sobre actividades pacifistas que se proyectaban en la pantalla, se sumaba la música y espectáculos de danza como el que interpretó Patricia Pacheco Molina, quien bajo los sones del clásico Imagine, de John Lennon, representó una danza andaluza.

Para que todo saliera a la perfección, unos 60 voluntarios de Proyecto Ávalon trabajaron desinteresadamente en la organización del evento durante toda la jornada. Procedentes de Sevilla, -"donde el grupo de voluntarios y colaboradores de Ávalon es potente", afirmó Antonio Martínez-, Valencia, Lucena y Granada, los voluntarios guiaron a los que hasta el parque se acercaron y quisieron participar.

El mecanismo fue sencillo. En las carpas instaladas por Proyecto Ávalon los miembros de la ONG facilitaban las antorchas (hasta 3.000) a los que quisieron formar parte del símbolo humano. Por cada antorcha retirada, un precio también simbólico: 2 euros.

Después, los voluntarios acompañaban a los "activistas" hasta su posición. Todos pudieron observar el efecto que sus antorchas encendidas provocó, pues en la pantalla también se reflejó la imagen de lo que para muchos es histórico: Sevilla, un símbolo de la paz a la lumbre de sus ciudadanos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios