La canción protesta renovada o un método para canalizar todos los problemas que nos rodean y hacen la vida un poco más difícil. El Coro de Quejas de Sevilla quiere "canalizar la energía que empleamos en quejarnos a través de la música y la letra que la acompaña". Su promotora, Carmen Herrera, descubrió esta peculiar manera de desahogarse a pleno pulmón, pero guardando el ritmo, a través de la web de dos finlandeses que en 2005 fundaron la primera coral de quejas.

Como fotógrafa y escritora, Carmen Herrera siempre ha estado vinculada al mundo de la gestión cultural y espectáculos como las performances. Lo que comenzó siendo una posibilidad hoy ha alcanzado un éxito rotundo. "A través de Facebook hice un llamamiento para que aquellos que voluntariamente quisieran sumarse al coro lo hicieran. Tuvo una acogida tremenda, muchísimas personas comenzaron a sumarse", cuenta la promotora del evento, que explica como desde que colgaron la iniciativa en internet han recibido más de 400 quejas ciudadanas para elaborar su repertorio.

La mayoría de estas quejas se refieren a lo caótico de la ciudad: el tráfico, las obras de la construcción, el carril bici, el metro centro, aunque Herrera afirma: "Hay de todo, algunas tan curiosas como el porqué de la depilación femenina que hipoteca nuestro tiempo, la ardua tarea del afeitado masculino diario, las multas o el calor".

De dar sentido a todas las letras sin que resultara estridente se ha encargado Carmen, que guarda celosamente la obra que finalmente interpretarán el 17 de octubre en la clausura del Festival de Perfopoesía en la Alameda de Hércules (13:00). "Será corto, unos 6 minutos, estaremos acompañados de teclado y cuerda -hace un inciso para pedir un voluntario que toque el violín-, pero pienso que todo el mundo se verá reflejado en estas quejas y se sentirá liberado".

Actualmente, una veintena de personas con inquietudes culturales y artísticas, pero no profesionales del canto en su mayoría, acuden a los ensayos que dos veces por semana se realizan en el Centro Cívico Tejar del Mellizo. "Lo primero que hizo el director, José Márquez, fue una prueba de voz para ubicarnos dentro del coro por voces", explica Herrera, que anima a quien lo desee a sumarse a ello, aunque recuerda que siempre de forma altruista y por el amor a quejarse, ya que en esta iniciativa no colabora ninguna institución o entidad que financie sus gastos.