Sevilla

Primera protesta contra la derogación

  • Más de 200 personas piden el Plan Centro para evitar que el coche se "coma" al autobús y repetirán las quejas en septiembre.

Hasta el presidente de los comerciantes del centro, Enrique Arias, se dejó ver ayer por la Plaza Nueva minutos antes de comenzar la protesta ciudadana contra la derogación del Plan Centro. Se apostó junto a la puerta de una entidad bancaria con gafas de sol y móvil en mano para captar fotos del momento. La concentración reunió a más de 200 personas (300 según algunos asistentes) frente al Ayuntamiento. En cualquier caso, menos de las previstas, aunque demasiadas para el calor sofocante que hacía a las ocho de la tarde. Corearon consignas contra los atascos, contra el decretazo, cantaron y escenificaron con varios coches y un autobús de cartón cómo el tráfico privado se comerá al autobús. Se leyó el manifiesto redactado por la asamblea centro del 15M, convocante de la protesta. 

Había representantes de las 23 entidades ciudadanas que se sumaron a la iniciativa y caras muy conocidas entre los asistentes, sobre todo políticos, militantes y ex concejales de Izquierda Unida, Partido Andalucista y del PSOE, pero faltaron los portavoces Juan Espadas (socialista) y Antonio Rodrigo Torrijos (IU). 

Los congregados reclamaron la vuelta de las restricciones de tráfico en el centro por entender que la derogación supondrá "más polución y más ruido", y recalcaron que hay aspectos del Plan Centro que podían mejorarse. El portavoz de la comisión de movilidad de la asamblea centro del 15M defendió la necesidad de más carriles bus y más autobuses, rechazó la red de Metro como solución ("una obra faraónica de más de 3.000 millones que supone abrir toda la ciudad"). En su opinión, hay medidas más humanas y más sostenibles. 

Rafael Ibáñez, de la AMPA Somos Escuela y Huerta de Santa Marina, se encargó de contar el cuento de los problemas que tendría el casco antiguo con la "invasión" del coche privado ("un casco antiguo del caos, del atasco y del atropello"), recalcó que "el centro no está pensado para el coche con su laberinto de calles pequeñas". Criticó el "decretazo" del alcalde en lugar de abrir un proceso de diálogo donde se hiciera balance de lo que ha funcionado y lo que es manifiestamente mejorable. Sobre la queja de los comerciantes, Ibáñez dijo que el comercio pequeño del centro está mal por la crisis, no por el Plan Centro, y no puede competir con la gran superficie queriendo que el cliente llegue en coche al centro, sino "con un servicio más amable, más próximo y más amigo". 

La protesta de ayer no será la última. Los asistentes anunciaron que el 22 de septiembre volverán a la calle a seguir presionando con una marcha en bici y a pie por el centro, coincidiendo con el Día Europeo del Coche. Y no descartan cortar el tráfico en una de las entradas del centro. 

Paula, una vecina del centro, lamentó la marcha atrás de la medida del PP, "ahora que estábamos respirando mejor en el centro", y aseguró que se sumará a las protestas de septiembre. 

Ricardo Marqués, de la asociación ciclista A Contramano, confió ayer en que el gobierno de Zoido acabará "dando marcha atrás a su resolución y tomará medidas en la línea del Plan Centro, aunque ha querido dar un golpe de efecto sin esperar más tiempo". Marqués reiteró la necesidad de mantener el plan perfeccionando los defectos e insistió en que sigue tendiendo la mano al PP para el diálogo .

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