Juan Espadas. Candidato socialista a la Alcaldía de Sevilla

"Represento a un socialismo joven que no quiere vivir de las rentas del PSOE"

  • Trabaja a un ritmo frenético en busca de proyectos que diseñará y presentará barrio a barrio y sin interferir en la Plaza Nueva:"No hay bicefalia, la cabeza del alcalde piensa en caliente y la mía, en frío".

Camina a paso rápido por la Avenida de la Constitución y sin querer levantar demasiado la mirada observa, mitad tímido mitad orgulloso, cómo hay quien gira la cabeza tras cruzarse con una cara que le resulta familiar. De momento, su imagen no parece una de sus prioridades. Se muestra hastiado del último debate: ¿Gafas o lentillas? y no disimula la incomodidad que le produce el terno que los actos institucionales le obligan a llevar con más de 38 grados a la sombra y moviéndose en autobús. Ya en el interior fresco y silencioso del lobby de un hotel se relaja, sin descuidar la pose, y esboza su proyecto con la precisión que le permite su condición de "candidato propuesto".

-El secretario general del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, lo presentó como el "mejor candidato disponible". ¿Expresión poco afortunada o es que es el único que se atreve a asumir el reto?

-El PSOE en Sevilla tiene mucha gente válida. Yo le dije a Viera que entraría en esto a cambio de ser el candidato de toda la ciudad y tener el apoyo de todo el partido. Y a partir de ahí, totalmente disponible para afrontar lo que venga... Creo que es lo que quiso decir.

-Campaña... y también un resultado electoral, ¿gane o no?

-Mi disposición es total. Se ha especulado con otras opciones, con [Alfonso] Guerra. No han pasado de ser especulaciones periodísticas. La única y última palabra la tiene el secretario general. Quería optar por mí y aquí estoy.

-¿Y cuando dejó la Junta tenía ya claro que era el candidato?

-No, yo tengo claro que estoy entre las opciones que el secretario general maneja como las más seguras para poder ser candidato. Hay que recorrer un proceso que comienza por la opinión, muy cualitativa, de las bases, las agrupaciones y luego el secretario provincial, en este orden, y ahí estamos: soy el candidato propuesto por mi partido en Sevilla, que es tanto como decir, por quien tiene que ganar las elecciones. Las elecciones no se ganan desde Ferraz, Madrid, sino desde Sevilla, aunque hay que lograr ahora el respaldo regional y federal.

-Su decisión fue valiente.

-Era necesario. El PSOE de Sevilla no es cualquier partido. Tras anunciarse que el alcalde no repetiría, el PSOE no podía generar el mensaje de que no teníamos claro qué personas iban a liderar el proyecto. Había que poner toda la carne en el asador.

-Se han barajado otros nombres, usted ha dicho uno. ¿Podrían integrarse algunos en su lista?

-No he pensado aún ni de lejos en listas. Hay que dejar que los procesos orgánicos culminen y después del verano empezaremos a barajar nombres. Mi única prioridad es tener un primer contacto con la gente antes de las vacaciones. Ése era el objetivo: ganar algo de tiempo y, a partir de septiembre, empezar a mostrar por dónde irán las líneas.

-El partido confía en la imagen de marca, ¿quiere reforzarla como estrategia?

-El PSOE no necesita reforzar su marca, es muy potente en Sevilla, pero sí aunar esa marca en un proyecto político que genere confianza. Yo soy muy exigente, no quiero hacer una campaña pensando en que el PSOE tiene unos votantes muy seguros, quiero que muchos más ciudadanos de Sevilla que a lo mejor no votaron al PSOE en las últimas elecciones, voten a Juan Espadas y su equipo.

-Usted hace tiempo que lleva esa marca, ¿no?

-La mía no ha sido una militancia orgánica, ha sido sectorial. Soy menos conocido como político, pero mucho en la organización en cuestiones medioambientales porque soy una de las personas que arrancó esos temas y he estado 12 años de coordinador de esta materia en el comité federal.

-¿Cuántos años lleva de militancia? Hay quien dice que lleva más tiempo que el propio Viera...

-Entré en el PSOE en el 97 y desde entonces he militado en Sevilla siempre, pero haciendo un trabajo muy ligado a Ferraz. Viera es un histórico, estoy convencido de que tiene más trienios que yo.

-¿Qué socialismo representa?

-Un socialismo joven, que no quiere vivir de las rentas del PSOE, de su historia, que tiene su raíz en las ideas socialistas pero se adapta a los cambios que la sociedad exige. Un socialista que quiere reivindicar el valor de la política para transformar las cosas que no nos gustan. Hay que intervenir en la sociedad para que la gente con menos recursos tenga oportunidades de progresar. Yo soy un ejemplo de eso.

-¿Y en esa idea de socialismo caben todos los de su partido?

-El socialismo no es excluyente. Tenemos unos valores. Por ejemplo: nos cuesta mucho trabajo tomar medidas de ajuste, que los ciudadanos perciban que se toman sobre capas sociales con dificultad para asumir la crisis.

-Pues llega en el peor momento.

-En momentos duros también se miden los partidos políticos.

-La oposición los aprovechará.

-Es lógico. Pero los ciudadanos saben que no vivimos un problema en España, Andalucía o Sevilla, es un problema internacional.

-También hay situaciones heredadas del actual gobierno municipal que no son fáciles, algunas incluso están en los tribunales...

-En tres mandatos, en Sevilla ha habido tiempo para éxitos y errores, litigios e insatisfacciones, somos humanos... Pero el balance que hago es que han sido más importantes las transformaciones globales: cómo la ciudad está más preparada en infraestructuras, equipamientos, en movilidad... Hay elementos de crítica que analizaré con los vecinos en los barrios para que cada uno haga la foto de qué hemos hecho bien y qué queda por hacer.

-¿Cree que esos errores condicionarán su estrategia electoral?

-No creo que afecte al Proyecto 2011, que es el que yo quiero liderar. El PP no reconoce que se haya hecho algo bien. Voy a presentar iniciativas allí donde no se haya avanzado del todo.

-Un ejemplo.

-Hay que generar empleo, ser una ciudad más dinámica económicamente. Hay que aprovechar espacios urbanos como el río y todo lo ligado a la actividad del puerto... ahí hay margen de maniobra.

-Y pateará los barrios.

-Quiero construir el Proyecto 2011 con 11 proyectos, uno por distrito. Haremos un diagnóstico sobre cómo se ha construido cada barrio, cuántos centros de salud había antes y ahora... en algunos casos se han triplicado. Nos daremos cuenta de que hemos avanzado y, partiendo de ahí, los vecinos dirán qué falta. La corresponsabilidad a la hora de diseñar el futuro es importante. Los recursos públicos son limitados y los ayuntamientos deben ser capaces de generar nuevas alianzas con el tejido empresarial, es lo que yo llamo innovación social.

-¿Un experimento nuevo?

-No. En algunas ciudades se está consiguiendo que emprendedores, pymes, generen negocio y oportunidad, que la gente del barrio pueda vivir no sólo del comercio tradicional, sino de otros negocios.

-¿Y quién aporta el dinero?

-Hay que generar inversión externa. El tejido empresarial hay que reforzarlo, aprovecharemos las áreas de oportunidad del Potaus para poner en marcha proyectos de envergadura con un enfoque metropolitano. Luego hay barrios de los años 60 que necesitan una rehabilitación y una recualificación, hay que generar en ellos vida y actividad. A Sevilla Este no se puede ir sólo a dormir y pasear, por ejemplo, tiene más habitantes que Huelva capital.

-En lo que se refiere a los barrios, el candidato Zoido le lleva kilómetros de ventaja...

-Su estrategia es otra, juega al desgaste del contrario. Es un planteamiento muy antiguo y simplista. Los partidos que ganan son los que generan confianza porque dicen lo que van a hacer y consiguen motivar a la gente, no se construye una mayoría sobre la base de sumar cabreados. Yo voy a intentar generar permanentemente debates. Sobre esto, en tres años el PP no ha hecho nada en la ciudad, sólo atender a aquellos que han estado descontentos en algún momento. Va a haber un clamor de gente que le va a preguntar a Zoido: queremos saber qué haría con la movilidad en el centro, no basta con decir que lo vas a hacer todo y, a la vez, los recursos son limitados.

-O sea, que su parecido con Zoido es meramente físico.

-Sí, llevamos gafas... Nuestros enfoques son distintos a nivel personal y político, se verá.

-¿Está también preparado para escuchar a los cabreados con Torrijos?

-Estoy absolutamente preparado para escuchar todas las críticas que vengan desde el respeto. No se hace camino desde la crispación, demonizando a la gente. Ése es otro de los grandes errores del PP, que ha generado una especie de estado de opinión que creo que es injusto. El socio del PSOE también ha cometido errores, pero hagamos balance de lo que se ha cumplido y analicemos qué es lo que la ciudadanía no comparte del proyecto de IU.

-Y a partir de ahí, ¿estaría dispuesto a pactar de nuevo?

-Yo aspiro a conseguir la mayoría para gobernar. El PSOE no ha sido, ni lo es en este caso, rehén de IU. Llegó a un acuerdo con él, sí, porque no tenía mayoría.

-Definiéndose usted de centro-izquierda, ¿qué haría si fuese de nuevo necesario pactar?

-Una persona que quiere liderar un proyecto no puede plantearse variables de posibles acuerdos en escenarios que no sean ganar. Esta ciudad necesita una mayoría fuerte. Yo diseño un proyecto para desarrollarlo en su totalidad.

-Hasta ahora ha hablado mucho de micropolítica, ¿no piensa en grandes proyectos?

-Ahora podemos disfrutar de decisiones que han favorecido grandes infraestructuras y proyectos. Pero ya no hay la misma capacidad de financiación. Tenemos que ser capaces de generar con imaginación nuevas iniciativas.

-¿Cómo?

-Siendo capaz de implicar más a la iniciativa privada. Esto no es ciencia ficción. Partiendo de lo que tú crees que quieren los ciudadanos se le da la oportunidad a las empresas para que cofinancien estas ideas. De esta ciudad han salido empresas de excelencia que triunfan fuera, hay que conseguir que apliquen aquí su modelo liderando a pymes para multiplicar su éxito. El Ayuntamiento les puede ceder un suelo, un equipamiento, un marco jurídico como es una ordenanza... que posibiliten que esas iniciativas triunfen.

-¿Y el Metro? Necesita de algo más...

-Es un instrumento capital en la vida de la ciudad, pero sabemos que la inversión es de tal calado que tenemos que acostumbrarnos a que no se haga de la noche a la mañana. Es real, nos hemos montado en el Metro y ya hay una línea. Desde ahora la noticia será que se abre una estación, que llega a un barrio...

-¿Inaugurará alguna línea?

-Espero que sí, junto con el consejero o consejera que lo esté impulsando. El Metro ya no se para.

-¿Y los grandes proyectos en marcha? ¿Se terminarán? ¿Borrará o modificará alguno?

-Responden a un programa político, no se han improvisado y se han ido ejecutando, unas veces con más problemas y costes adicionales y otras con menos. Lo responsable es ir culminando esos proyectos a lo largo del año. Las decisiones de futuro las diseñará mi equipo, pero yo no voy a obstaculizar la vida municipal. Gobierno y oposición tienen que hacer su tarea hasta 2011. Conviviremos [Monteseirín y Espadas] hablando de futuro y presente, pero sin cambiarnos los papeles.

-Difícil tarea con una bicefalia.

-Sin duda. Pero no hay bicefalia, sólo hay una cabeza que es la que gestiona el día a día, la del alcalde, y yo tengo mi cabeza puesta en lo que se hará en 2011: uno piensa en caliente y otro en frío. Estaré atento a lo que suceda y me coordinaré con el gobierno municipal, pero sin decidir ni interferir.

-¿Ni siquiera en temas como el de Tussam, cuya solución no se augura a corto plazo?

-Lógicamente ahí tengo que estar atento a qué propuesta se hace y daré mi opinión a los compañeros, pero no voy a interferir en encuentros o debates en el seno de la empresa.

-¿Podría resumir en un concepto su proyecto?

-En un concepto es complejo. Hay muchas Sevillas en una. Mi proyecto es el de una Sevilla que de verdad aproveche todo su potencial, podemos ser algo más que la Sevilla de siempre: capital metropolitana y económica de Andalucía, referente en sostenibilidad, donde se puede invertir, donde no se vive sólo de la historia, una ciudad dinámica. Hay que sacarle el máximo partido. Podemos.

-Un lema de moda.

-We can... Quien inventó el lema lo sabía muy bien. Y yo me lo he creído; si no, no estaría en esta historia.

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