Tres meses después de la aplicación efectiva del Plan Centro, que limita la circulación de vehículos no autorizados en el casco histórico a 45 minutos, el sistema presenta aún lagunas. Entre ellas, la tardanza en la expedición de autorizaciones para trabajadores que, sin ser residentes, necesitan un permiso especial para poder realizar sus servicios. Algunas empresas, según ha podido confirmar este periódico, llevan más de tres meses a la espera del permiso. Mientras éste llega, circulan libremente por el centro sin autorización alguna porque "tal y como está la situación económica no vamos a decirles a los clientes que no vamos a realizarles el trabajo ni tampoco podemos decirle que iremos un día concreto sin saber si tendremos o no la acreditación. A los clientes no los podemos hacer esperar", explica Óscar García, un fontanero que suele trabajar con frecuencia en el casco histórico.

Hay autónomos y pequeños empresarios que expidieron los pases en diciembre vía internet, a través de la página www.sevilla.org, y a fecha de hoy, aún no habían recibido nada, según ha podido saber este periódico. Una web que "está más veces inoperativa que operativa", explica el anterior afectado, que lleva tres meses esperando el permiso y aún no ha recibido ni el pase ni ninguna multa. Antes en la web del Ayuntamiento había un acceso directo que informaba de este plan. Ahora hay que entrar en www.Sevilla.org, pinchar en la Delegación de Movilidad y buscar el enlace. Dificultades en vez de facilidades, comentan.

Los trabajadores no se quejan sólo del retraso a la hora de obtener los permisos para entrar y salir del centro sin límite de tiempo, mejor dicho "para trabajar tranquilamente sin tener que estar pendiente de las cámaras, de la zona azul o del aparcamiento", sino que también critican que en lugar de facilitarles los trámites se los dificulten, ya que, además de los papeles de la empresa, les piden que entreguen la autorización de, al menos, dos clientes del centro. "En mi caso tengo la suerte de que llevo el mantenimiento a algunos hoteles del casco histórico, pero hay compañeros que vienen a hacer arreglos y no tienen clientes fijos, por lo que les dificultan el trabajo. A ellos, a veces, les resulta complicado realizar su labor en esta zona desde que entró en vigor el Plan Centro", relata Francisco Villa, al que el permiso le ha tardado un par de meses. "Para los residentes es perfecto pero para los trabajadores no. De por sí hay poca zona de carga y descarga y ahora en lugar de facilitarnos el trabajo nos lo dificultan. Me parece muy bien el control, pero que nos den facilidad para trabajar", declara Villa, que tiene una empresa de Técnicas de Climatización.

Demora en las autorizaciones y espera para expedirlos, puesto que tanto residentes como trabajadores han tenido que hacer cola en la sede del distrito Casco Antiguo, ubicada en el calle Crédito, para solicitarlos. Algunos han perdido la mañana o la tarde. Otros han perdido algún día de trabajo. Largas colas que han quedado reflejadas en las quejas que han sido presentadas en el Registro General del Ayuntamiento de la calle Pajaritos o en el distrito. Es decir, las oficinas de registro del Consistorio han recibido más alegaciones por la tardanza en los trámites que obligan a hacer cola en los distritos que por las multas en sí, las cuales ya han comenzado a ser efectivas, como se puede apreciar en la imagen que ilustra esta página.

"En diciembre y en enero hemos recibido bastantes escritos de personas quejándose por los trámites y las esperas. En este último mes ya han llegado algunos alegatos a las multas del Plan Centro, pero no son muchos", comenta un funcionario del registro. Lo mismo que ha ocurrido en la sede del distrito Casco Antiguo, donde tan sólo han recibido una alegación de una mujer que no estaba de acuerdo con la multa interpuesta por haber estado más de 45 minutos en el centro. Casualidad (o no) que la sanción ha sido retirada, ya que, tal y como alegó la señora, estaba equivocada, según han confirmado a este periódico.

Muchas lagunas giran aún en torno a esta normativa que entró en vigor el pasado 17 de diciembre. Quienes también denuncian el retraso en las autorizaciones son las personas con movilidad reducida, muchas de las cuales siguen esperando este pase.