Los comerciantes españoles, especialmente los pequeños y medianos, han lanzado durante todo el año mensajes alarmistas por las estimaciones de fuertes caídas en su volumen de ventas y de empleo a causa de la crisis. Sin embargo, los datos del INE referidos al conjunto del año no son ni mucho menos tan negativos, aunque sí muestran la negativa tendencia con la que se inicia 2009 a tenor de los registros del mes de diciembre.

Para empezar, el número de trabajadores empleados en el sector comercial no ha registrado variación alguna en el conjunto de 2008. Incluso ha aumentado en las grandes cadenas de distribución –empresas que tienen al menos 25 locales y cuentan con 50 asalariados como mínimo– en un 2,9 por ciento, y en las grandes superficies –establecimientos de más de 2.500 metros cuadrados–, en otro 0,7 por ciento. No obstante, sí ha caído el empleo en las pequeñas cadenas (-2,5 por ciento), que son las que tienen hasta 25 establecimientos y un mínimo de 50 trabajadores, y en las empresas unilocalizadas (-0,1 por ciento), que cuentan con un único local de menos de 2.500 metros cuadrados.

Con respecto a las ventas, la caída en el año es del 5,6 por ciento con carácter general. Sólo las grandes cadenas se salvan de la quema con una leve subida inferior al punto porcentual. Los otros tres formatos que analiza el INE caen: las firmas más pequeñas un 7,4 por ciento; las pequeñas cadenas, el 9 por ciento; y las grandes superficies, otro 5,8 por ciento. Estos porcentajes coinciden a grandes rasgos con la previsión de la Confederación Española de Comercio, que en diciembre pasado vaticinó un descenso del 10 por ciento para el conjunto del año.

Por tipo de producto se observa que los alimenticios resisten mejor el retroceso del mercado, con un descenso del 2,5 por ciento, y el peor comportamiento fue el del equipamiento del hogar, ya que sus ventas descendieron el 12,8 por ciento.

En cuanto a la evolución de las distintas comunidades autónomas, Andalucía registró unos niveles de caída similares a la media nacional: las ventas se contrajeron el 5,6 por ciento, igual que el promedio, y el empleo apenas disminuyó en un 0,4 por ciento, frente a la evolución plana en el conjunto del país. El negocio cayó con especial fuerza en Canarias (-7,8 por ciento) y Murcia (-7,3 por ciento) y aguantó mejor en Extremadura (presenta el menor descenso, del 2,1 por ciento) y en las dos Castillas (-2,6 por ciento). Respecto al empleo en el sector, en Asturias y Navarra creció un 1,9 y un 1,1 por ciento, respectivamente, mientras que en Baleares (-1,6 por ciento) y Canarias (-1 por ciento) mostró la peor evolución.

Todas estas cifras anualizadas muestran, sin embargo, un paulatino empeoramiento de la tendencia si se atiende a los datos específicos del mes de diciembre. En él, las ventas retroceden el 6,1 por ciento en comparación con el mismo mes del año anterior, es decir, más que la media del año; y el empleo retrocede el 2,7 por ciento respecto a diciembre de 2007, frente al comportamiento neutro del conjunto del ejercicio. Las rebajas de enero y febrero, que se adelantaron en 2009 de forma excepcional, pueden haber generado más ventas de lo previsto según las primeras estimaciones. La cuestión clave para 2009 es si, con los datos de paro, de desaceleración del PIB y de descenso estimado del consumo privado en un 1,5 por ciento (según el Gobierno), estos dos meses permitirán invertir la tendencia o se habrán quedado en un feliz espejismo.