Las dos windsurfistas sevillanas, Marina Alabau y Blanca Manchón, están demostrando en el Mundial de la clase RS:X que se está disputando esta semana en Tapakuna (Auckland, Nueva Zelanda) que forman parte de la elite internacional de esta disciplina. Al término de la fase preliminar de la competición -la segunda fase arranca hoy-, Manchón y Alabau, con 14 puntos, están empatadas en la tercera posición, a 6 puntos de la neozelandesa Bárbara Kendall, primera, y a sólo 3 de la italiana Sensini, segunda.

Pese a esta igualdad existente entre las dos regatistas del Náutico, que seguramente pelearán hasta el Medal Race del sábado por las medallas, sólo un inesperado contratiempo privaría a Alabau de certificar su clasificación para los próximos Juegos Olímpicos de Pekín -España sólo tiene reservada una plaza-, ya que aún conserva respecto a su rival y compañera de club la ventaja de 90 puntos que acumuló en las otras dos citas preolímpicas.

"Me estoy sintiendo muy a gusto en el campo de regatas y, por el momento, finalicé todas las mangas en los primeros puestos, por lo que estoy controlando la situación sin sobresaltos", afirmaba Alabau ayer en el transcurso de la jornada de descanso. La sevillana no descarta seguir avanzando en la clasificación del Mundial, aunque es consciente de la dificultad de hacerse con un metal por el potencial de sus oponentes: "La plata y el oro están complicados, porque Kendall y Sensini son muy buenas. Además, parece que en los próximos días se va a asentar el viento de tierra, que es más exigente y se ajusta peor a mi estilo".

Manchón, que ha estado preparando esta cita a conciencia durante los dos últimos meses, es sabedora de que sus opciones para conseguir el billete olímpico son casi remotas -ya fue diploma olímpico en Atenas-, aunque se muestra muy satisfecha por la actuación que está cuajando hasta ahora: "Ya llegué pensando que no tenía posibilidades de ir a los Juegos, ya que cedí muchos puntos en el Mundial de Cascais de 2007, que se celebró en una época en la que yo no estaba centrada en la competición. Sabía que yo lo tenía que hacer muy, muy bien y Marina muy, muy mal, y todo hace indicar que no va a ser así".

Pese a ello, Manchón es optimista y se ve con serias opciones de pelear por las medallas, premio que aliviaría el sinsabor de no poder estar en Pekín. "Fui muy regular en los tres primeros días, manteniéndome siempre entre las diez primeras. Pese a que el viento que ha habido hasta ahora beneficiaba más a Marina, estoy empatada con ella. Prevén para los próximos días uno más fuerte, que son las condiciones que mejor me van, por lo que puedo estar ahí hasta el último momento", resaltaba Manchón, quien guardará un grato recuerdo de este campeonato, en el que está volviendo a ofrecer su mejor nivel: "Me lo estoy pasando muy bien compitiendo, que es lo más importante. Además, en los ratos libres también estoy disfrutando porque este sitio es paradisiaco".