Se ha hecho esperar, pero al fin llegó el prederbi. La jornada intersemanal propició que el clásico sevillano quedase aparcado en la mente de todos. Mucho había en juego antes: la salvación, de un lado, y la Champions, por otro. Casi nada. Ahora sí que se respira el ambiente de tensión típico de estos partidos por todos lados. Ahora sí que ha llegado la semana del derbi.

A tres días del fratricida choque, los presidentes y algunos jugadores de ambos clubes coincidieron ayer en la presentación oficial de Luciano Alonso como nuevo consejero de Deporte de la Junta. Ya sea porque no era el momento o porque nadie quería disparar primero, ni León ni Del Nido dijeron nada. Pocos fueron los que se mojaron. Jiménez pasó por encima, Rivas no habló y Maresca no quiso polemizar.

Entre tanto escaqueo y prudencia, las figuras de dos amigos, Fernando Vega y Jesús Navas, rivales el domingo, pusieron la cara a un encuentro especial para ellos en el que ambos se verán de nuevo las caras, aunque en la banda.

Coincidieron en el filial sevillista a las órdenes de Manolo Jiménez. Eso sí, apenas una temporada, la 2003-2004, pues en la siguiente el de Los Palacios sólo jugó cuatro partidos con el segundo conjunto nervionense. Dio el salto. Una oportunidad que nunca tuvo el de Arahal, quizá por esos ascensos truncados que llevaron a muchos otros lejos del Sánchez-Pizjuán. Ahora defienden colores distintos y reconocen que resulta extraño enfrentarse. "Hemos coincidido en los escalafones inferiores y es bonito tener como defensa a alguien a quien conoces tanto y que también te conoce, pero para mí éste es el partido más especial del año esté quien esté enfrente", apunta Navas, que recordó al 'Fernando Vega sevillista': "Era muy pesado. Sin bromas. Es un lateral que está siempre encima tuya y que defiende a muerte cada acción, ya sea una final o un entrenamiento".

Buen rollito, sí, pero con tres puntos en juego y todo lo que tiene tras de sí un choque como el de esta jornada, la amistad queda para lejos de la banda. "Es un duelo entre amigos. Los dos somos de la misma casa y será algo muy bonito enfrentarnos otra vez en un campo, aunque espero que nosotros nos llevemos el gato al agua", señaló el defensa verdiblanco, que asume lo que se le vendrá encima en su costado izquierdo: "Su lado derecho es muy fuerte. A Jesús lo conozco de sobra, pero, aun así, nunca sabes lo que es capaz de hacer y se compenetra perfectamente con Daniel. Nos conocemos bien y lo mismo puede ser una ventaja que un problema".

Para ninguno será su primer derbi en la élite. Ya están acostumbrados a la presión, las miradas críticas, las cámaras de televisión... todo lo que pasa desapercibido en tantos duelos de este tipo que han disputado como canteranos, aunque entonces lo hacían bajo los mismos colores. "La mayor diferencia está en la trascendencia y en que hay menos público, pero la intensidad y el ímpetu por ganar son los mismos para mí", afirmó el extremo sevillista en la misma línea que Fernando Vega: "Son partidos muy distintos. La tensión es menor. La repercusión, ya sea por el triunfo o la derrota, no es la misma, pero un derbi es un derbi en cualquier categoría y se va a muerte siempre, sobre todo la gente que ha mamado de esta rivalidad", afirma.

A dos días del gran partido, Jesús Navas y Fernando Vega ya velan armas. Su duelo puede marcar el derbi, pero, pase lo que pase en el campo, de ahí no saldrá. Fuera, lejos de la banda, la vida es otra cosa. "Me alegra mucho enfrentarme a él en la élite. Si no hemos podido jugar en Primera juntos, al menos que sea como rivales en partidos así", reconoce Navas.